Mikel Oyarzabal (25) ha empezado el nuevo año con una sonrisa en el rostro porque ya es uno más para Imanol Alguacil, un hombre alegre por poder contar otra vez con un jugador que es un ídolo para la afición blanquiazul. Su figura trasciende más allá del campo y el hecho de portar el brazalete no es ni mucho menos una casualidad; basta con ver cómo lo recibieron sus compañeros al entrar al vestuario cuando acabó el duelo frente al Athletic Club (3-1). Él marcó de penalti el tercero y definitivo.
El internacional español vuelve a ser una opción para el seleccionador nacional, cargo que ocupa ahora Luis de la Fuente, después de causar baja en el Mundial de Catar debido a la rotura del ligamento cruzado que sufrió en marzo de 2022. El debut del técnico nacido en Haro será en ese mismo mes, en poco más de 60 días, contra la Noruega de Haaland en La Rosaleda (Málaga). Y por supuesto, el talentoso atacante del cuadro donostiarra, salvo contratiempo, será una opción de garantías de cara a esa convocatoria.
Ser protagonista en el derbi vasco es el sueño de todo niño que aspira a jugar un partido como ese, con independencia de los colores que lleve. No es ninguna novedad para Oyarzabal, desde luego, principalmente porque marcó el gol que decantó la final de la Copa del Rey en 2021, pero después de tanto tiempo en el ostracismo y viendo los partidos como un aficionado más, ese acierto desde los 11 metros con decenas de miles de aficionados es el premio a tantos meses de trabajo en la sombra.
Ante las bajas sufridas en la zona ofensiva, el '10' se vio obligado a disputar los 90 minutos del choque frente al Mallorca (1-0) pese a que no estaba en los planes. Demasiada carga física para un jugador que acaba de volver tras tanto tiempo en el dique seco, aunque no hubo que lamentar ningún contratiempo y seguirá teniendo continuidad durante las siguientes semanas. Eso sí, es posible que Alguacil prescinda de él de cara al once titular contra el Rayo Vallecano y lo reserve para la segunda mitad.