La Liga de las Naciones tiene ya campeón. Es la selección española. Pero hay que ser sinceros. Si estas son las dos mejores de Europa, mal va el fútbol en el Viejo Continente. Protagonizaron una final indigna, sin apenas disparos a los tres palos, sin asociaciones ni paredes ni regates. Un pobre espectáculo en un De Kuip con mayoría arlequinada que apretó lo suyo, pero que no se divirtió en absoluto, menos todavía al final cuando España se hizo con el título en la tanda de penaltis.

El partido, hay que insistir en ello, fue un muermo. Da igual el inquilino del banquillo, el plan no varía, el de la posesión y la defensa en línea muy alta. Y del mismo modo que en la etapa de Luis Enrique, tener la bola por tenerla facilita la labor del rival. Porque una pérdida te complica la vida cuando enfrente juegan buenos lanzadores.

Hablar de Croacia es hacerlo de ellos. De Modric, pero también de Kovacic, Brozovic o Perisic. Y buscar balones a la espalda de la zaga fue su idea para amenazar a Unai Simón. Tampoco es que vayan sobrados. No disponían de un plan B. 

La Roja sólo se acercó a los dominios de Livakovic desde lejos, como si tuviera alergia. Un centro chut de Fabián que se complicó el propio meta, al que salvó el palo, y un robo de Gavi en la frontal, cuyo disparo salió desviado, fue lo que propuso en la ofensiva en la primera parte. Nada más. Sin ritmo ni verticalidad, los Asensio, Yeremi y Morata pasaron desapercibidos. 

Riesgo cero 

Tampoco es que Croacia se exhibiera en ataque. Ellos son más de de fondo, de desgastar física y anímicamente al enemigo. Les molan las prórrogas. Sólo arriesgan cuando lo ven muy claro. Así se entendieron las contadas subidas del correcaminos Perisic, que obligó a un sobreesfuerzo a Jesús Navas y a Unai Simón a un paradón tras uno de sus habituales testarazos.

La mejor ocasión de esos primeros 45 minutos la tuvo Kramaric, que se quedó ante el meta vasco en el mano a mano. Por fortuna, llegó Laporte a tiempo para robarle el caramelo que ya saboreaba. Una tortuga hubiera armado la pierna antes que el 9 balcánico.

Perisic, lateral, extremo y portero

Tras la reanudación, los de Dalic insistieron en los balones aéreos. Por ahí, por las dudas de Simón en las salidas y la falta de altura de Navas y Alba, tuvieron el gol Juranovic y Perisic, otra vez él. España buscó la reacción con tiros lejanos de Asensio y Rodri, pero no había manera. Es difícil cambiar el ADN, así que se necesitaban revulsivos mientras el tiempo corría lento, lento, lento.

De la Fuente tiró de Joselu y Ansu Fati. Fue este, a diez minutos del final, quien pudo abrir el marcador. Su remate, con Livakovic superado, lo sacó el omnipresente Perisic cuando ya se cantaba el tanto. No pasó nada más en ninguna portería. Qué aburrimiento. Y como premio, media hora más. 

España, superior en la prórroga

Comenzó con susto, con Majer escapándose en una contra que frenó Nacho al límite. Se hizo daño en el tobillo el madridista, pero ya no había más cambios. Tocaba sufrir. Por suerte, los croatas también dejaban espacios que a punto estuvo de aprovechar Dani Olmo. Su tiro a bote pronto se fue al segundo anfiteatro.

Ese aviso impulsó a España que, en la segunda parte, por la banda de Fati, generó alguna expectativa y varios saques de esquina. Croacia cerró filas en torno a Livakovic, confiando a ciegas y muy a las claras en su portero para la tanda de penaltis. Pero ahí el protagonista fue Unai Simón, el nuevo héroe de la capa roja. 

Los penaltis

1- Vlasic (gol) Joselu (gol) 1-1.

2- Brozovic (gol) Rodri (gol) 2-2.

3- Modric (gol) Mikel Merino (gol) 3-3.

4- Majer (para Unai Simón) Asensio (gol) 3-4.

5- Perisic (gol) Laporte (larguero) 4-4.

6- Petkovic (para Unai Simón) Carvajal (gol) 4-5. 

Jugador Flashscore del partido: Unai Simón (España).

Todas las estadísticas del Croacia-España, en Flashscore.