No hay una fórmula secreta para seguir en primera línea, con 37 años y 207 días, con el Sevilla y con La Roja, sumando títulos como la Europa League o luchando por otro como la Liga de las Naciones. 

Ese es Jesús Navas, aquel chico tímido que pasó por momentos de ansiedad en su juventud, que no podía separarse de su familia en sus primeros años de carrera, pero que aprendió a superarla con esfuerzo. Por eso se convirtió en uno de los importantes en el Manchester City. 

Y ahora ha vuelto a la selección cuando ni él mismo se lo esperaba. "Estoy muy orgulloso. Estar aquí es lo máximo, poder disfrutar de la selección y las ganas que tengo… Eso es lo más importante. Yo trabajo en el Sevilla para poder llegar aquí", ha detallado en una entrevista a la RFEF. 

Esa es la clave, "la constancia y la ilusión por mantenerse en la élite nacional. Seguir disfrutando al máximo de lo que te gusta, eso es lo que hago. Es las ganas de darlo de todo, de disfrutar y de seguir consiguiendo éxitos. Conseguir cosas importantes para mi selección y mi país es un orgullo muy grande". 

Los tomates de Los Palacios y Villafranca

Pero hay un secreto que se guardaba Navas y que ha desvelado para que haya tres futbolistas -él, Gavi y Fabián- de su pueblo actualmente a las órdenes de De la Fuente: 

"Es muy bonito, un orgullo para nosotros y para el pueblo. Dicen que el tomate de los Palacios es la clave", ha garantizado entre risas.

Por lo pronto, los tres jugaron la semifinal ante Italia. Habrá que ver si repiten en la gran final del domingo frente a Croacia. "Siempre es un rival difícil, siempre llega muy lejos. Tenemos que salir preparados para hacer un partido intenso y salir con todas las ganas del mundo". 

Palabra de veterano, el que más en la historia de la selección española.