Albania sigue llorando la muerte del ex del Levante Raphael Dwamena

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Dwamena, el "símbolo" del Egnatia que daba dinero a los niños pequeños

Raphael Dwamena, cuando jugaba en el Real Zaragoza.
Raphael Dwamena, cuando jugaba en el Real Zaragoza.Profimedia
Xhulio Zeneli, de Tribalfootball.com, explica desde Tirana cómo se están viviendo los días posteriores al trágico y repentino fallecimiento.

El pasado sábado fue un momento difícil para el mundo del fútbol. La muerte de Raphael Dwamena conmocionó a muchos en Albania, donde todavía están asimilando su pérdida.

El carismático delantero ghanés era un héroe y capitán del FK Egnatia. Su infarto sobre el terreno de juego el sábado pasado ha enlutado al fútbol albanés. Con sólo 28 años, fue trasladado de urgencia al hospital local, pero no pudo ser reanimado.

Dwamena gozaba de una gran popularidad en el club, al que había llegado con mucho bombo y platillo tras una carrera en la que ya había jugado en equipos de la talla del FC Zúrich, el Levante y el Real Zaragoza. Tampoco hay que olvidar las nueve internacionalidades que acumuló con su selección. Era alguien popular dentro y fuera del campo, es decir, con sus compañeros y con los aficionados. No es exagerado decir que era una persona muy respetada y querida por todos.

Pero tenía un historial de problemas cardíacos que le impidieron fichar por clubes y ligas más importantes.

"Era nuestro símbolo"

Desde hace casi un año, Raphael lideraba el ataque del cuadro albanés e incluso fue nombrado capitán. Cabe destacar que era querido por todos y era muy respetado. Su fallecimiento ha causado una enorme tristeza en todo el país.

Skender Alushaj es un popular peluquero de la ciudad de Rrogozhina y seguidor del Egnatia de toda la vida. Además, lleva 50 años asistiendo a los partidos del Egnatia cada dos semanas y ha sido su barbero durante estos últimos 12 meses.

"Fue un día de luto para todos, ya que Dwamena era nuestro símbolo", recordaba Skender a Panorama esta semana. "Dwamena era muy simpático. Intentaba comunicarse, aunque sabía muy poco albanés. Cuando te encontrabas con él, siempre irradiaba positividad, ya que su rostro se distinguía por la sonrisa que le caracterizaba", explicó.

"Era un hombre con un gran corazón, pues daba dinero a los niños pequeños que le llamaban por su nombre. Créanme, solía ir al supermercado y comprar productos para ellos", agregó.

"Hacía cola cuando iba a cortarse el pelo, respetando a todo el mundo. Rafa era especial en todo lo que hacía, por eso el dolor por él es grande", concluyó.