Galatasaray y Fenerbahçe comenzaron a las 20:30 en el Estadio 11 de Abril de Şanlıurfa la Supercopa turca, pero ya se sabía de antemano que sería un partido especial. El Fenerbahçe se presentó con todo un equipo juvenil en protesta contra la Asociación Turca de Fútbol. El club del distrito urbano de Kadıköy, en Estambul, se siente perjudicado por la TFF desde hace años.

Esta vez había rechazado la petición del Fenerbahçe de aplazar este partido con vistas a su encuentro de cuartos de final de la Conference League del próximo jueves. A raíz de esto, el club planeó empezar con nueve jugadores del equipo juvenil, pero al final decidió que fueran 11.

A principios de esta semana, el club se planteó su participación en la Süper Lig turca mediante una reunión especial tras los disturbios ocurridos en el partido fuera de casa ante el Trabzonspor, en el que los aficionados irrumpieron en el terreno de juego tras el encuentro y agredieron a varios jugadores del Fenerbahçe.

Ahora, en la Supercopa, de antemano, había dudas sobre el tiempo que jugarían el partido. Tras el 1-0 de Mauro Icardi a los 50 segundos, esto ya era así: el entrenador, Ismail Kartal, decidió sacar a todos sus jugadores del campo.

El partido se "redondeó" para el público de Şanlıurfa, que está a más de 1.200 kilómetros de Estambul, con un partido entre los juveniles del Fenerbahçe y los jugadores reservas del Galatasaray. 

Segundo intento de jugar

En un principio, la Supercopa turca estaba programada para el 29 de diciembre de 2023 en Arabia Saudí, pero los organizadores rechazaron un homenaje previsto al expresidente y fundador de Turquía, Mustafa Kemal Atatürk. Por ello, ambos equipos decidieron no disputar el partido.