El debate ha vuelto a la portería del Real Madrid, una 'rara avis' en las últimas temporadas porque Thibaut Courtois no tenía rival. La grave lesión que sufrió allá por el mes de agosto lo cambió todo, ya que abrió un nuevo e inesperado escenario. Llegó entonces Kepa Arrizabalaga, que parecía tener un puesto reservado en el once, pero su progresión se frenó por un contratiempo físico y Andriy Lunin superó las expectativas cuando le llegó su turno.
El internacional español fue el elegido para la cita del jueves contra el Atlético de Madrid. Encajó tres goles y quedó señalado en el tercer tanto, que adelantó a los rojiblancos cuando restaba menos de un cuarto de hora para la conclusión. Le faltó mucha contundencia en una acción extraña y rocambolesca que finalmente no tuvo consecuencias porque los merengues le dieron la vuelta al marcador tras el empate de Dani Carvajal.
Carlo Ancelotti confirmó la presencia del ucraniano, titular también este domingo frente al Barcelona, para el siguiente derbi. Ya tiene la decisión tomada pese a que todavía restan algunos días, un modus operandi que también ha llevado a cabo, según ha explicado, en vistas al clásico. Esto quiere decir que el fallo de Kepa no ha influido. "Media hora antes de salir del hotel, les doy la alineación. En ese momento es cuando ellos lo saben", dijo. Esta vez, claro, no se cumple.
"Creo que la competencia es buena. Obviamente, un portero quiere jugar de titular siempre. Nadie merece ser suplente en este momento, entonces elijo partido a partido. Creo que está saliendo bien", apuntó el ex de París Saint-Germain y Bayern de Múnich, entre otros. Lo único claro es que continúa el dilema de cara a los siguientes meses, aunque Lunin parece estar al menos un paso por delante ahora.
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