"Quiero a todos mis jugadores, pero estoy triste por lo que está pasando Paul Pogba". 

Estas fueron las palabras que el seleccionador francés, Didier Deschamps, dedicó al centrocampista de la Juventus y de la selección francesa, que se arriesga a una larga inhabilitación por dopaje que podría acabar definitivamente con su carrera.

El técnico, entrevistado por Le Parisien, mostró su cercanía a su jugador, que con él al frente lanzó su carrera con la camiseta de los Bleus, que culminó con 95 partidos y la victoria en el Mundial y la Liga de Naciones.

"No sólo estoy triste por los últimos acontecimientos que le conciernen, sino también por todo lo que ha vivido hasta ahora, con los problemas personales que han afectado inevitablemente a sus lesiones. Es mucho para una sola persona. Paul es fuerte, tiene la moral alta y carácter. La petición del fiscal es pesada y corre el riesgo de apartarle un poco más de los terrenos de juego, y ya había jugado poco en el último año y medio", dijo Deschamps sobre su protegido.

Una carrera que corre el riesgo de acabar de la forma más trágica posible: empezó como un cuento de hadas y luego se convirtió en una pesadilla con tantos problemas, incluidas lesiones e intentos de extorsión incluso por parte de uno de sus hermanos.

Se suponía que su llegada a la Juventus representaría un punto y aparte, un nuevo comienzo, una reescritura de la historia partiendo de su mejor punto. Hasta ahora, sin embargo, la nueva aventura no ha traído lo que el "Pulpo" esperaba.