Roberto Firmino (31) ya es historia del Liverpool. Ha sido protagonista en los éxitos recientes del club y la afición le agradeció su esfuerzo tras el partido del sábado (1-1). Jacob Ramsey marcó después de que Ollie Watkins fallara un penalti y el propio internacional con la Canarinha apareció desde el banquillo en la segunda mitad para rescatar un punto y seguir a tres tanto del Newcastle -tiene que jugar este lunes frente al Leicester- como del Manchester United.
Siete títulos ha levantado el ex del Hoffenheim, incluidos los dos más importantes, esos a los que aspira cualquier futbolista que milita en un club europeo de cierta enjundia: la Champions y el campeonato nacional, en su caso la Premier League, que por todos es sabido lo complicado que resulta ganarla. El Manchester City está haciendo que parezca sencillo, pero hay que ser muy bueno para conseguir cinco de las últimas seis ediciones. La restante se la llevaron los Reds.
Firmino puede presumir de haber superado el centenar de goles con la que ha sido su camiseta habitual durante cerca de una década. Además, llegó a firmar, durante el curso 2017/18, unos registros espectaculares (11 tantos y nueve asistencias) en el torneo más prestigioso. En ningún caso se volvió a acercar a esas cifras, pero logró dejar su sello cuando todavía no tenía la reputación de ahora.
Su futuro se presenta incierto, pero lo único seguro es que no habrá traspaso de por medio dado que ha terminado contrato. La situación es muy parecida a la de jugadores como James Milner (llegó en 2015, igual que el brasileño), Alex Oxlade-Chamberlain y Naby Keïta. El mercado de fichajes será intenso en las oficinas y las caras nuevas, casi por una cuestión de matemáticas y compensación de plantilla, están garantizadas.