La FA (Football Association), es decir, la Federación Inglesa, tras escuchar al entrenador alemán, admitió que los comentarios en las entrevistas posteriores al partido "constituyen una conducta impropia" por cuestionar la "integridad del árbitro", habiendo incluso pedido disculpas públicamente en la rueda de prensa posterior.
Como se recordará, el Liverpool ganó el partido contra el Tottenham por 4-3, con un gol de Diogo Jota en el tiempo añadido que llevó a Jürgen Klopp a correr por la banda y celebrarlo en la cara del cuarto árbitro, John Brooks.
Tras ese tenso momento, Klopp vio una tarjeta amarilla y, ya al final del partido, criticó al árbitro Paul Tierney.
"Tenemos nuestra historia con Tierney, no sé qué tiene contra nosotros, dijo que estaba bien, pero eso no puede ser verdad. No entiendo cómo me mira. Mi celebración fue innecesaria, pero lo que me dijo cuando me sacó la tarjeta amarilla no está bien", declaró entonces el técnico del Liverpool a Sky Sports.