Rice admite que se echó a llorar cuando los Blues le dejaron marchar siendo un prometedor chaval de 14 años.
Sin embargo, una década más tarde, la valiente decisión de cruzar Londres para fichar por el West Ham ha marcado la trayectoria del internacional inglés.
Tras conducir a los Hammers a la conquista de su primer trofeo en 43 años, al levantar la Europa Conference League en su último partido con el club, la cifra inicial de 120 millones de euros por Rice supera los 118 que el City pagó por su colega Jack Grealish al Aston Villa hace dos años.
Pero podría ser superado por el traspaso de 103 millones de euros de Jude Bellingham del Borussia Dortmund al Real Madrid si se activan 31 millones de euros adicionales.
Rice está en el punto de mira de los Gunners como pieza definitiva para convertir de nuevo a los hombres de Mikel Arteta en campeones de la Premier League.
La temporada pasada, el Arsenal lanzó un inesperado desafío por el título, antes de caer en los últimos meses de la campaña.
En su lugar, el Manchester City se adelantó en los últimos metros hacia la línea de meta para revalidar su título y asegurarse el triplete.
Pero el Arsenal ha ganado la primera batalla de la nueva temporada al imponerse en la carrera por Rice, ya que el City se negó a igualar el precio que pedía el West Ham, aunque el ex entrenador David Moyes quería incluso más.
"Es posiblemente el mejor centrocampista de contención del país y lo mejor de Declan es que mejorará", dijo Moyes anteriormente. "No estoy de acuerdo con los propietarios en que sea un futbolista de 100 millones de libras (115 millones de euros fijos más 5 en distintas variables, nota del editor). Es mucho más que 100 millones. Mucho, mucho más".
Las estadísticas del jugador de 24 años en cuanto a recuperación de la posesión e intercepciones fueron las más altas de cualquier centrocampista de la Premier League la temporada pasada.
Pero Rice es mucho más que un destructor. Sus dinámicas subidas desde el centro del campo y su inteligente uso del balón le han convertido en un jugador vital para el seleccionador inglés, Gareth Southgate.
La vuelta de Inglaterra
La carrera internacional de Rice también ilustra su inesperado ascenso al estrellato. En 2018 disputó tres partidos con la República de Irlanda, gracias al origen de sus abuelos. Sin embargo, cuando empezó a llamar la atención en el West Ham, Southgate convenció a Rice para que volviera a cambiar su lealtad a la tierra que lo vio nacer.
Rice estuvo presente en la Eurocopa 2020, en la que Inglaterra alcanzó su primera final de un gran torneo en 55 años, y en los cuartos de final del Mundial del año pasado.
A los 20 años ya era nombrado regularmente capitán del West Ham y asumió el brazalete de forma permanente una vez que Mark Noble se retiró el año pasado. El impacto de Rice ayudó a los Hammers a disfrutar de algunos de sus mejores años en décadas.
Ganar la Conference League ha garantizado a los hombres de Moyes estar en Europa por tercera temporada consecutiva, incluso después de un decepcionante 14º puesto en la Premier League la temporada pasada.
Sin embargo, a Rice le empezaba a picar el gusanillo al ver a sus compañeros internacionales luchar regularmente por los títulos de la Premier League y la Liga de Campeones.
"He jugado siempre bien en mi club y tengo ganas de seguir luchando. Veo a mis amigos aquí que están jugando la Liga de Campeones y por grandes trofeos", dijo Rice cuando estuvo en la Copa Mundial en noviembre.
Y en su carta a los aficionados del West Ham, publicada horas antes de que el Arsenal confirmara su traspaso, Rice afirmó que el fichaje se debía "a mi ambición de jugar al más alto nivel del fútbol".
Su última floritura en la victoria del West Ham sobre el Fiorentina en Praga el mes pasado significa que Rice es un caso raro que ha mantenido su condición de héroe incluso al cambiar el este de Londres por el norte.
El Arsenal espera que sea sólo el principio de una carrera plagada de trofeos que justifique su desembolso récord.