Tras el descenso de la temporada pasada, no es de extrañar que el Southampton se resigne a perder a Romeo Lavia este verano.
Aunque sólo lo ficharon hace 12 meses, procedente del Manchester City, el estado de forma del joven futbolista ha llamado la atención de su antiguo club y de otros grandes de la Premier League, como el Chelsea, el Arsenal y el Liverpool.
Este último ya ha fichado a Alexis Mac Allister y Dominik Szoboszlai, y sigue llevando a cabo una necesaria renovación del centro del campo.
Lavia tiene potencial para ser la tercera incorporación ideal en su sala de máquinas y parece más que capaz de anclar el centro del campo y sustituir al menguante Fabinho.
Arsenal y Chelsea también se habrían reunido con sus representantes este verano para discutir un posible acuerdo. Sin embargo, la prioridad del primero ha sido cerrar el acuerdo con Declan Rice, mientras que el Chelsea también sigue la pista de Moisés Caicedo, del Brighton, como opción alternativa.
A estas alturas, no está del todo claro dónde acabará Lavia este verano. Sin embargo, podemos predecir con cierta credibilidad que será en uno de los principales equipos de la Premier League, y su interés colectivo en el jugador de 19 años es un testimonio de lo impresionante que fue la temporada pasada, a pesar de las difíciles circunstancias que le rodearon.
Hace 12 meses, el Southampton desembolsó 16,3 millones de euros para hacerse con sus servicios, una cantidad considerable para un jugador que sólo había disputado dos partidos con el primer equipo del Manchester City. Sin embargo, su sistema de ojeadores es admirado desde hace mucho tiempo, y el hecho de que los Cityzens incluyeran una cláusula de venta del 20% en el acuerdo -además de una opción de recompra que estará activa en 2024- demuestra que ambas partes confiaban en que su techo era alto.
Lavia se convirtió casi de inmediato en un miembro esencial del once inicial de los Saints y su antiguo entrenador, Ralph Hasenhuttl, era un claro admirador suyo. Lavia también impresionó a sus sucesores, Nathan Jones y Ruben Selles, que también optaron por mantenerlo en sus alineaciones titulares.
El centrocampista terminó la temporada con 26 partidos como titular y 2.230 minutos en la liga, siendo una lesión de tobillo al principio de la campaña la única razón por la que no sumó más.
¿Por qué es tan bueno?
Lavia es un distribuidor fiable y preciso; sin embargo, una de sus mayores bazas es su potencia y su capacidad para llevar el balón campo arriba, a menudo por la zona más congestionada del terreno de juego.
Esto significa que se siente muy cómodo bajando a zonas profundas y recibiendo el balón bajo presión. Muchos de los mejores equipos de la división intentan presionar muy arriba, y su éxito radica en que obligan a sus rivales defensivos a recibir el balón en zonas estrechas y a dejarse llevar por el pánico, lo que les lleva a ser desposeídos o a desviar un pase.
Lavia, sin embargo, rara vez se inmutaba en esos momentos. Terminó la última temporada de la Premier League con una media de 32,6 conducciones por 90 y 1,13 regates con éxito por 90. Este último dato le sitúa en el percentil 25 de los mejores centrocampistas de las cinco principales ligas europeas.
Un ejemplo de su habilidad en este sentido es el siguiente, tomado del choque del Southampton contra el Arsenal la temporada pasada. Obsérvese que, cuando intenta avanzar con el balón, se encuentra inmediatamente con la presión de un rival.
Con calma, Lavia realiza un exquisito paso por encima antes de picar hacia dentro y zafarse del desafío del defensa.
A continuación, envía un balón a su compañero de equipo, lanzando un peligroso ataque para su equipo.
A su capacidad para transportar el balón se añade su solidez defensiva. Es excelente cerrando espacios con rapidez y un maestro a la hora de barrer el peligro o cerrar los contraataques cuando empiezan a construirse.
La temporada pasada, comparado con sus homólogos de las mejores ligas europeas, se situó en el percentil 12 en cuanto a posesiones ganadas. Y se situó entre el 30% de los mejores en entradas, bloqueos e intercepciones.
Lo anterior, por sí solo, ya es impresionante, pero el hecho de que lo haya logrado en un equipo que terminó último en la liga, siendo todavía un adolescente, arroja luz sobre por qué tantos de los mejores clubes del país están compitiendo por su fichaje.
No es de extrañar, por tanto, que se hable de él como uno de los mejores centrocampistas defensivos del país.