Leo Messi conquistó el Balón de Oro gracias a sus fantásticas actuaciones en Catar, donde los aficionados disfrutaron de una final espectacular entre la Albiceleste y Francia porque se resolvió a través de la tanda de penaltis (tras 4-3). Si Argentina hubiera dicho adiós al torneo en la fase de grupos, una amenaza más que real después de la derrota contra Arabia Saudí, seguramente hubiese tenido muy pocas opciones de ganar el prestigioso premio por octava vez.
Pero si hay otro jugador que ha hecho méritos para optar a ello, ese es Erling Haaland, pieza fundamental en el todopoderoso Manchester City, capaz de adjudicarse un histórico triplete (Champions, Premier League y FA Cup). Pese a ser su primera temporada en Inglaterra, probablemente la competición nacional más igualada y difícil del mundo, se ha hinchado a celebrar con una facilidad pasmosa y casi insultante para el resto de mortales.
En el período que engloba desde el 1 de agosto de 2022 al 31 de julio de 2023, el ex del Dortmund gana por la mínima en lo que a títulos se refiere, si bien es un dato que no termina de respaldarle porque nada -la Liga de Campeones en el mejor de los casos- es comparable al Mundial. Tampoco hay que obviar el hecho de que Messi, igualmente trascendental, forma parte de una selección que es muy superior a la nórdica en lo que a calidad se refiere y, por tanto, tiene más posibilidades.
Combate goleador
Haaland, con 56 participaciones (por 53 de su rival), reina a nivel realizador con unas estadísticas espectaculares (56 dianas). Cada vez que se calza las botas, en promedio, consiguió ver portería. En este aspecto, la diferencia con el jugador del Inter Miami es considerable (37 tantos), si bien este último se impone de forma clara si se pone el foco en las asistencias (25 a 9). Es por ello que apenas hay diferencia entre ambos si se cuenta la participación directa en goles.
Otro punto a tener en consideración es el que determina la Inteligencia Artificial de Flashscore, que valora la actuación de los futbolistas gracias a un sinfín de variables. Y aquí, como era de esperar por su rol en el campo y su afán por participar constantemente en el juego, vence Leo con un margen de seis décimas (de 8.0 a 7.4). Al Big Data le gustan más estos perfiles que aquellos especializados en el remate y esta es una nueva demostración.