Era un completo desconocido para los aficionados españoles incluso jugando habitualmente en Inglaterra. Incluso cuando Luis Enrique lo convocó por primera vez para la selección española. ¿Quién es ese Robert Sánchez?, preguntó una inmensa mayoría de seguidores.
La respuesta, un portero que se había ganado un enorme prestigio en las islas británicas, una estrella en el Brighton, al que llegó siendo un adolescente en 2013, y alguien que comenzaba a sonar para ir a un grande. Incluso, y no es la primera vez que ocurre con un meta español, había ingleses que pedían su nacionalización para defender el marco de su país.
Pero todo eso se ha venido abajo en apenas medio año. Tras volver del Mundial de Catar, donde era el segundo portero, por delante de David Raya y tras Unai Simón, Robert encadenó alguna mala actuación que hizo que De Zerbi, su técnico, lo dejase en el banquillo.
Eso no le gustó en absoluto y se borró de una convocatoria por no encontrarse preparado mentalmente para ayudar, según desveló en su día el técnico italiano. Desde entonces, ha caído en desgracia hasta el punto de quedarse fuera de la gira de pretemporada.
El Villarreal ha preguntado
Todo hace indicar que sus días están contados. En España, el Villarreal anda tras sus pasos para completar la portería junto al veteranísimo Pepe Reina. Incluso se ha filtrado, más desde su entorno, que Luis Enrique lo quiere para el PSG por su buen juego de pies. Antes del verano sonó para el Chelsea, que ha vendido a Mendy y se ha quedado, de momento, con Kepa.