Además, otro futbolista checo se marcha a la Bundesliga. Tras proclamarse campeón con el Sparta de Praga, Tomas Cvancara (22) pone rumbo al Borussia Mönchengladbach para su próximo reto.
¿Qué dice la analítica de datos sobre ambos fichajes?
De entrada, hay que decir que, con Declan Rice, el Arsenal adquiere un jugador que puede hacerlo casi todo en su posición, y además a un alto nivel.
Pero lo que más llama la atención de él como número seis u ocho es, con diferencia, su capacidad para ganar un gran número de balones y avanzar con sus carreras hasta donde su equipo tiene más posibilidades de marcar. Por la combinación de estas dos habilidades es, sin duda, uno de los mejores jugadores del mundo.
Aunque lo anterior pueda tentar a pensar que es un jugador agresivo, es mucho más una fuerza tranquila en el centro del campo capaz de esperar el momento adecuado.
En lo que realmente destaca Rice es en leer el juego y anticiparse a los próximos movimientos de su rival. Gana un gran número de balones interrumpiendo el juego de pases del adversario.
Si detecta el momento adecuado para ganar el balón, rara vez se equivoca. En la última temporada de la Premier League, su porcentaje de acierto en este aspecto rondó el 82%. Sólo el 2% de los demás centrocampistas centrales lo superaron.
También obtiene excelentes resultados en las métricas de datos avanzados que registran la peligrosidad de las zonas en las que recupera el balón. En otras palabras, frena los ataques del rival en posiciones cercanas a su propia portería o en aquellas que podrían suponer una gran ocasión.
También le ayuda mucho su fortaleza física. Sólo Vitaly Janelt y Tyler Adams tuvieron un mayor porcentaje de éxito en los duelos a ras de suelo la temporada pasada en la Premier League.
También figura entre los mejores jugadores en el juego aéreo. Y con la calidad de sus actuaciones, probablemente no sorprenda que también sea uno de los centrocampistas centrales con menos faltas de la competición.
En cuanto Rice se hace con el balón, aplica de inmediato su velocidad, dinamismo y potencia para lanzarse al ataque. Está entre los mejores no sólo por el número de carreras progresivas, sino también por su valor, es decir, por cuánto aumentan las posibilidades de gol de su equipo.
Esto es especialmente cierto en su propio tercio de campo y en el centro del campo, pero también es peligroso cuando llega al tercio ofensivo.
Sólo esporádicamente acaba dentro del área, prefiriendo llevar el balón a mejores posiciones mediante pases, especialmente desde los espacios intermedios o la zona central cercana al área contraria, la llamada "zona 14".
Muchos acusan a Rice de optar por soluciones más bien simples a la hora de jugar el balón, pero hay que recordar que el West Ham no es precisamente uno de los equipos que permiten un alto nivel de creatividad.
El Arsenal, en cambio, es uno de los equipos con mayor posesión de balón por partido, pases por secuencia e intensidad ofensiva. Así pues, será interesante ver si esto añade otra dimensión al juego de Rice.
En cualquier caso, con su llegada, el club se ha hecho con un jugador capaz tanto de formar una sólida dupla con Thomas Partey o Jorginho en el centro del campo, como de desempeñar el papel de seis solitario en caso de que éstos se marchen.
Tomas Cvancara: Una estrella checa en ciernes
El joven delantero checo Tomas Cvancara fue una de las figuras clave del Sparta de Praga en la conquista del título en la última temporada de la FORTUNA:LIGA.
Mientras que su compañero de selección Jan Kuchta desempeñaba el papel de delantero más adelantado en una formación 3-4-2-1, Cvancara jugaba como número diez por la derecha y, por lo tanto, se situaba un poco más profundo y ancho en el campo.
Sin embargo, su producto final no se resintió por ello. Gracias a su buena elección del espacio, fue capaz de disparar regularmente desde zonas centrales dentro del área contraria, desde donde realizó casi el 70% de sus intentos a puerta.
Entre los demás extremos/atacantes de la liga, terminó la temporada como líder en la métrica de goles esperados, que sigue siendo el mejor indicador de cuántas ocasiones de calidad produce un jugador.
Es más, como también es un tirador muy activo, con una media de casi tres disparos por partido, acabó marcando 12 veces en 1572 minutos de juego. Además, demostró que no tiene problemas para rematar con los dos pies y con la cabeza.
La capacidad de producir intentos peligrosos desde el aire es otro de sus puntos fuertes. Aunque el sello distintivo de la primera división checa es su físico, Cvancara fue capaz de producir un número superior a la media de remates de cabeza contra defensas potentes y rematarlos bien.
Durante la temporada, sobresalió en un modelo de datos avanzado que mide hasta qué punto un jugador puede encontrar buenos espacios y ángulos para correr y hacerse con el balón en espacios donde hay una amenaza inmediata de gol. Fue claramente el mejor jugador en su posición y obtuvo buenos resultados incluso en comparación con delanteros a ultranza, es decir, jugadores que actúan unos metros más arriba que él.
El análisis de los datos de los pases muestra que Cvancara encontró sus oportunidades más valiosas tras recibir balones centrados desde el lateral, desde el fondo o tras un pase en diagonal desde el centro del campo. Sin embargo, también se le dan bien los pases cortos dentro del área o los pases hacia atrás, que suelen ser de los más eficaces y los utilizan mucho los principales equipos europeos.
El Borussia Mönchengladbach es un equipo con un sistema ofensivo fluido, en el que Cvancara debería encajar bien debido a su complejidad como atacante. Suponiendo que siga trabajando en su juego y evite las lesiones al comienzo de su nuevo reto, tiene todo el potencial para triunfar en una de las cinco mejores ligas del mundo.