Liverpool y Chelsea entraron en una dura puja en la que el precio fue subiendo paulatinamente para satisfacción del Brighton, su equipo de procedencia. La voluntad del jugador, que había dado su palabra a los blues hace meses, ha decantado la balanza, aunque hubo un momento en el que su pase al Liverpool parecía decidido.
El trasvase tiene un punto de surrealista porque, una vez los medios ingleses informaron del acuerdo alcanzado entre Liverpool y Brighton, el propio Jürgen Klopp afirmó que “puedo confirmar que el fichaje por Moisés Caicedo está acordado con el club”.
El deseo del jugador lo cambió todo y después de subir su oferta hasta los 115 millones de libras, 133 miilones de euros, el conjunto de Stamford Bridge ha podido cerrar su último fichaje.
Todd Boehly, el dueño americano del Chelsea, sigue haciendo gala de poderosa billetera y no está escatimando a la hora de poner en manos de Pochettino todo lo necesario para que los de Londres recuperen el esplendor perdido.