Boehly aterrizó en Stamford Bridge como un torbellino. Invirtió 121 millones en Enzo Fernández, 80 en Wesley Fofana, 75 en Mudryk, 65 en Cucurella, 55 en Sterling,…En total, la cifra de gasto aumentó hasta los 612 millones, algo que no sirvió para hacer una temporada decente ya que el Chelsea quedó 12º en la clasificación de la Premier ¡a 45 puntos del City y a 40 del Arsenal!No debió aprender la lección Boehly porque esta temporada sigue en una línea parecida y ha ha gastado 185 millones este verano en jugadores como Nkunku, Nico Jackson, Ugochukwu, Angelo, Diego Moreira y el central francés Disasi, su última incorporación, por el que el club londinense ha pagado 45 millones al Mónaco. 

Boehly tiene una fortuna valorada en 4.200 millones de euros (según Forbes) y lidera un amplio consorcio que comprende desde Los Ángeles Dodgers (copropietario) hasta los Lakers. De familia alemana, descubrió el soccer durante su etapa como becario en el Citibank de Londres, donde compaginó los inicios laborales con unos estudios en la London School of Economics.

“Cuando era niño, todo lo que conocíamos era Pac-Man y Donkey Kong. Nadie tenía ni idea de lo que eran el United o el Chelsea”, dijo en 2019, cuando hizo un primer intento por comprar el club de Stamford Bridge. 

Al llegar revolucionó la entidad blue despidiendo a Marina Granovskaia, mano derecha de Abramovich en la gestión del club durante muchos años, al entonces director deportivo, Petr Cech, y hasta Jason Griffin, jardinero principal desde 2003. Tal vez, con el tiempo, Boehly aprenda a invertir también en paciencia. 

Su último capricho, Kylian Mbappé, parece lejos de su alcance. Salvo sorpresa gigante, el dinero esta vez no le ayudará a conseguir su objetivo.