De los pitos a Vilda al silencio de Alexia, Irene y Aitana: la gran fiesta de la selección femenina

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La gran fiesta española 'after review': pitos a Vilda y silencios que hablan
Las campeonas, aclamadas por el público.
Las campeonas, aclamadas por el público.PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP
Las flamantes campeonas del mundo recibieron el cariño de la afición justo después de aterrizar en Barajas tras unas horas frenéticas en las cuales el descanso se convirtió en uno de los grandes anhelos. Luis Rubiales, protagonista por besar a Jenni Hermoso sin su consentimiento y por llamar "tontos del culo" a quienes censuraron ese cuestionable gesto, no apareció por el escenario.

España tenía ganas de echarse a la calle para celebrar su segunda estrella, primera en la sección femenina, tras ganar la final a Inglaterra. Se pasearon por algunas de las principales arterias de la capital en autobús descapotable, con Madrid Río como destino. En la explanada, más de 20.000 personas -llegadas desde diferentes puntos de la península- esperaban a sus heroínas. En torno a la medianoche, las 23 futbolistas y el cuerpo técnico empezaban a desfilar por el estrado.

Jorge Vilda, quizá por evitar que su imagen se viera perjudicada, salió junto a las capitanas Ivana Andrés y Olga Carmona. Todas las anteriores irrumpieron de forma individual, con Alexia Putellas entre las principales aclamadas. El entrenador, sin embargo, fue uno de los primeros en coger el micrófono: rescató una de sus anteriores declaraciones, recuperó a todas las que han ayudado a la Roja (incluidas 'las 12' que renunciaron) y se dirigió a la masa social durante algunos segundos. Parte de los allí presentes, con murmullos y pitos, le hicieron ver que no están con él.

La afición disfruta en la celebración.
La afición disfruta en la celebración.PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP

Ivana agradeció el cariño y protagonizó un discurso enérgico, mientras que Olga se acordaba de "todas las estrellas que están en el cielo" tras el reciente fallecimiento de su padre. La sevillana fue manteada por sus compañeras y recibió la ovación de un público que había esperado varias horas para disfrutar del momento. Después, Salma Paralluelo comentó que ganar el campeonato más importante a nivel de selecciones en las tres categorías (sub-17, sub-20 y absoluta) es "inimaginable".

De la contención a la euforia

Pasaban los minutos y tanto la citada Alexia como Aitana Bonmatí o Irene Paredes no se dirigían al público. Y así es como acabó la fiesta: sin declaraciones de ninguna de las tres. La doble Balón de Oro, que era una de las encargadas de portar el brazalete -junto a la central- en la pasada Eurocopa, no cogió el micrófono pese a escuchar su nombre en varias ocasiones. Permanecieron siempre en un rol secundario y lejos de la escena principal.

Olga Carmona, protagonista en la fiesta.
Olga Carmona, protagonista en la fiesta.PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP

Una actitud muy diferente tuvieron Eva Navarro y Ona Batlle, que fueron dos de las que más cantaron cuando aparecieron Juan Magán, Vicco y, por último, Elena Farga (Jenni Hermoso, por su parte, pudo disfrutar de Camela, que es su grupo favorito). La primera, del Atlético de Madrid, realizó una de las bromas que más cuajó, ya que imitó el papel de las árbitras en este torneo y gritó: "After review (después de revisión), campeonas del mundo".

Las porteras animan el cotarro

Reconoció Cata Coll, bailando prácticamente toda la noche, que se fueron de karaoke tras el triunfo a Zambia... sin poder especificar a qué hora se recogieron. Misa Rodríguez, su compañera de demarcación, cantó junto a Magán y fue una de las más activas. Entró la primera (por tener el 1 como dorsal) y lo hizo a lo grande. Se puso seria cuando se acordó de Tenerife, isla que lucha contra el fuego desde hace algunos días, y volvió a la broma cuando imitó el sonido de un Ferrari de F1.

A la 1h00 CET, la mítica canción We Are The Champions, de Queen, empezó a sonar a modo de despedida. Todo el cuerpo técnico distrutaba por su cuenta, sin apenas contacto con las jugadoras, en una nueva demostración de que ese vestuario tiene algunas fracturas difíciles de solventar. Ni esta brecha ni las ausencias de piezas muy importantes impidieron que se consiguiera el que ya es uno de los éxitos más importantes del deporte nacional.