España consiguió vencer a Costa Rica en su debut (3-0), le endosó una 'manita' a Zambia en la segunda jornada (5-0) y cerró la fase de grupos con un contundente 4-0 en contra frente a Japón. Después, se resarció con otro claro 1-5 a Suiza, venció en la prórroga a la sólida Países Bajos (1-2), superó en semifinales a Suecia (2-1) y volvió a ganar por la mínima, tras un descuento cercano al cuarto de hora, al conjunto dirigido por la contrastada Sarina Wiegman (1-0).
Misa Rodríguez (5)
Fue la elegida en los tres primeros encuentros, pero perdió su puesto de cara a los octavos de final. Logró dos de las tres únicas porterías a cero de su equipo (contra rivales bastante inferiores) y, aunque no pudo realizar apenas ninguna parada, no cometió ningún error de gravedad frente a las niponas. Lo cierto es que tuvo poco trabajo en los primeros 180 minutos y estuvo lejos de ser decisiva ante las asiáticas. Aprobado sin más.
Cata Coll (8)
No merece menos de un notable alto porque ha tenido la capacidad de, pese a sus 22 años, dar una indiscutible seguridad bajo palos. Su juego con los pies supuso un plus y también realizó intervenciones de mucho mérito (como la ocasión que desbarató a tiro de Lauren James). Debutó con la absoluta en este campeonato, de forma inesperada porque todos esperaban a la grancanaria, y se ha convertido en una de las mejores decisiones que ha llevado a cabo Jorge Vilda.
Enith Salón (s.c.)
Sin minutos en el torneo, al contrario que las otras 22.
Irene Paredes (8)
Es la única española que ha estado sobre el terreno de juego siempre, dato que demuestra el papel que ha tenido y la confianza depositada por el cuerpo técnico. Quedó retratada en el tercer partido, como ella misma describió en rueda de prensa, pero ha tenido la entereza de darle la vuelta a la situación y liderar (sin brazalete) a un plantel que ha tocado el cielo. Buque insignia, pieza clave y principal amenaza en las acciones a balón parado.
Ivana Andrés (6)
Una pequeña lesión provocó que abandonara el once y nunca más volvió a disfrutar de un papel principal a las órdenes del madrileño. Cumplió en los dos primeros compromisos y tampoco desentonó cuando le tocó entrar en momentos importantes. Se quedó sin jugar en tres ocasiones, al principio por problemas físicos y luego por decisión técnica. Con ella sobre el campo, España sólo encajó un gol, lo cual habla de su buen hacer.
Laia Codina (7)
No debutó hasta los octavos de final y tenía la difícil tarea de aportar determinación tras una auténtica debacle. Arrancó de la peor forma posible, con un gol en propia bastante ridículo, pero se resarció antes del descanso como autora del 1-4. A partir de ahí, se mantuvo como titular y formó una gran dupla junto a Paredes. Algo tocada, abandonó el verde frente a las inglesas y, por tanto, vivió el final desde el banquillo.
Rocío Gálvez (2)
Es el único suspenso del equipo. Sólo jugó ante Japón y fue una de las grandes señaladas porque estuvo especialmente lenta (aparte de mal colocada) frente a las atacantes rivales. Esa mala actuación, aunque no fue sustituida, provocó que Codina partiera de inicio en el siguiente encuentro. Gálvez quedó relegada a la última posición en esa pugna por ser titular y nunca más volvió a tener participación en esta edición del Mundial.
Ona Batlle (7)
No le faltó demasiado para lograr el pleno de minutos: salió cuando quedaban tres minutos en el estreno y puso rumbo al descanso ante las africanas -con el objetivo de dar oportunidades al resto-. A partir de entonces, siempre entre las elegidas por un Vilda que le ha dado galones. Llegó a dar una asistencia en ese primer partido y estuvo más que correcta en todo momento. El Big Data avala su más que merecido notable.
Olga Carmona (9)
Fue una de las grandes bazas contra Costa Rica y Zambia, pero no salio muy bien parada en la paliza de Japón. Ese suspenso hizo que no disputara ningún minuto en octavos y tuvo que conformarse con media hora ante Países Bajos. Las dos amarillas a la futbolista vasca le permitió ser otra vez de la partida. El resto es historia: dos zapatazos suyos bien valen una Copa del Mundo. La sevillana, fundamental para conquistar un éxito sin precedentes.
Oihane Hernández (6)
Flamante fichaje del Real Madrid, llegaba al torneo con la certeza de que no iba a ser fácil tener presencia en las alineaciones del seleccionador, pero puede presumir de haber participado en seis de los siete duelos. Le ganó el puesto a su rival en dos encuentros consecutivos, hasta que una sanción le hizo ver desde la grada la cita frente a Suecia. Esa situación provocó que Carmona, autora de los dos últimos tantos de la Roja, fuese titular de nuevo.
Claudia Zornoza (s.c)
Sólo 33 minutos que hacen inútil su evaluación.
Tere Abelleira (9)
Ni mucho menos estaba entre los grandes nombres propios de la selección antes del comienzo, pero se presentó por la puerta grande con un espectacular trallazo para marcar frente a Zambia. Lo cierto es que venía de brillar en el primer partido y, aunque su estrella se apagó un poco contra Japón, volvió por todo lo alto para la fase final. Su figura bien merece estar entre las grandes menciones. También dio un pase de gol en 'semis'.
María Pérez (s.c.)
27 minutos en su haber. Mismo caso que Zornoza.
Irene Guerrero (5)
Más protagonismo fuera del campo que dentro, ya que fue una de las más elegidas por la Real Federación Española de Fútbol para atender a los medios de comunicación. Estuvo media hora sobre el campo en la segunda jornada, rozó los 15 minutos en la cita ante las helvéticas y superó los 30' en los cuartos de final. Su rol ha sido secundario, en ocasiones para dar oxígeno a futbolistas mucho más exigidas (como la propia Abelleira).
Aitana Bonmatí (9)
La elegida mejor jugadora del Mundial no podía bajar del sobresaliente, si bien cabe destacar que hubo días en los cuales estuvo algo más desaparecida (contra Zambia, Japón o Suecia). Sin embargo, fue determinante en partidos clave, sobre todo ante Suiza -doblete de dianas y de asistencias-, y también se erigió como una de las líderes en la gran final. Todo parece indicar que recibirá el Balón de Oro allá por el mes de octubre.
Alexia Putellas (6)
Generó mucha expectación tras volver a la competición semanas atrás, pero su primera suplencia sirvió para conocer algunas pistas sobre lo que podía esperarse después. Jugó tres veces como titular y dio un pase de gol en la segunda jornada. Aportó frescura contra las neerlandesas, pero en líneas generales estuvo muy lejos de su mejor versión. Puede decir que tuvo algo de participación en cada uno de los siete compromisos.
Jenni Hermoso (8)
Ha sido una de las indiscutibles para el seleccionador, en parte por su veteranía como internacional, pero dio argumentos de sobra para mantenerse en ese rol principal. Firmó un doblete y repartió una asistencia frente a Zambia en su mejor partido del Mundial y volvió a ver portería en cuartos. Dio otro pase clave en la siguiente eliminatoria y, aunque sin consecuencias, falló un penalti frente a Inglaterra en la final. Muy regular en su rendimiento.
Mariona Caldentey (7)
De menos a más en la competición porque arrancó suplente y fue ganándose un puesto paso a paso. Jugadora que suele estar en un segundo plano porque no destaca tanto como otras, pero dio un paso adelante al tirar el penalti contra Países Bajos y generó un sinfín de acciones ofensivas en todo el Mundial. Tuvo un papel importante en el 1-0 ante Inglaterra: su 'timing' para la incorporación de Olga Carmona fue de primer nivel.
Athenea del Castillo (5)
La gran perjudicada del paso adelante de Mariona, ya que empezó como titular (motivo por el cual recibe calificación) y fue desapareciendo poco a poco. Superó unas pequeñas molestias, pero ni siquiera eso hizo que pudiera disfrutar de más oportunidades. Soñaba con marcar en este campeonato y tendrá que esperar a la edición de 2027 -si va convocada-. Se quedó sin participar en los últimos tres partidos.
Eva Navarro (6)
Fue suplente en todos los encuentros -sólo en dos no pudo jugar- y tuvo que adaptarse a esa etiqueta de revulsiva. Tampoco tuvo ningún problema porque cumplió con su cometido en la mayoría de ocasiones, aunque se despide del Mundial sin haber podido ser de la partida en ninguna ocasión. En un Mundial conquistado gracias a una actuación muy coral, Navarro aportó lo que Vilda le demandaba.
Esther González (6)
Intervenciones algo irregulares para la granadina, especialmente porque pasó de marcar en el debut a no jugar en la siguiente cita. Volvió a tener un papel principal contra Países Bajos, sobre todo en labores de presión, y se quedó sin jugar frente al combinado de Sarina Wiegman. Ahora sin equipo, seguro que no le faltarán las ofertas de cara a la temporada 2023/24, lejos de la capital por sus desencuentros con el Real Madrid.
Alba Redondo (7)
Otra de las que ha ido de más a menos: cambió el guion en la segunda jornada con dos dianas y se convirtió en una de las protagonistas contra Suiza -gol y asistencia-. A partir de ahí, sin embargo, mucho menos acierto pese a que se mantuvo en el once. Desperdició alguna que otra ocasión muy clara frente al cuadro neerlandés y no destacó ni en semis ni en la final. Aun así, este gran éxito colectivo tiene también su sello.
Salma Paralluelo (9)
La mejor futbolista joven del torneo... y eso ya lo dice todo. Mñas decisiva en los partidos decisivos que en la fase de grupos, se ha convertido en una de las grandes figuras con sólo 19 años. Sus condiciones atléticas combinan a la perfección con un talento innato que se ha traducido en partidos a un nivel altísimo y, por supuesto, en dos goles fundamentales para alcanzar el preciado oro. Hay jugadora para muchos años.
Jorge Vilda (9)
Atendiendo exclusivamente a lo ocurrido en Oceanía, el técnico sale muy reforzado tras conquistar el torneo más importante a nivel de selecciones. Tomó decisiones drásticas que resultaron acertadas a la postre (como el cambio en portería) e hizo modificaciones que dieron alas al equipo. Sólo se vio superado ante Japón, cuando falló en el planteamiento y tampoco tuvo una alternativa. Este triunfo, por supuesto, también es suyo.
