El 2023 será inolvidable para el fútbol femenino español. Dejando en el olvido episodios extradeportivos que siguen su curso en los juzgados, lo más importante e impactante de todo fue el triunfo en la final del Mundial de Australia y Nueva Zelanda, donde España conquistó su primera estrella de campeona. 

La autora de aquel gol ante Inglaterra que dio el título mundial a la selección española fue Olga Carmona, que, tras la remontada ante las suecas en el intrascendente último duelo de la Nations League, analizó cómo ha influido esa gran victoria en el presente de La Roja. 

"El haber ganado el Mundial le ha dado ese impulso al fútbol femenino español que necesitaba. Sentimos que la gente nos apoya mucho más y creo que es algo muy positivo", ha reflexionado justo tras señalar que "son buenas noticias" cuando supo que se había batido el récord de asistencia a un partido con 15.896 espectadores. 

Pero lejos de detenerse en ese éxito, de cara a 2024, Olga Carmona quiere seguir conquistando títulos. Ya clasificada para la Final Four de la Liga de las Naciones, ahora habrá que esperar rival entre Francia, Países Bajos y Alemania. De cara al sorteo del 11 de diciembre, la capitana no tiene preferencias. "Creo que para llegar a lo más alto hay que enfrentarse a las mejores, así que esperamos cualquier rival".

En juego están, además del título que ya posee la selección masculina, dos plazas para los Juegos Olímpicos, si bien Francia ya está clasificada por su condición de anfitriona.

Demostrando por qué son campeonas del mundo

En cuanto al encuentro ante Suecia, las de Montse Tomé lo afrontaban con cierta relajación, con sus objetivos ya cumplidos. Pero cuando se vieron con un gol en contra a los 40 segundos y con 1-3 al descanso, la reacción llegó de la mejor manera posible. 

"Sabíamos lo que era Suecia, un rival que nos iba a exigir mucho, con peligro a la contra. No empezamos de la mejor manera, con ese gol encajado tan pronto, te vas al descanso con dos tantos en contra... sabíamos que no teníamos que centrarnos en el marcador sino jugar a lo que sabemos y buscar el siguiente gol, que es el que nos acercaba a la victoria", ha contado. 

Y a partir de ahí, tras el 2-3, España, tras la entrada de Aitana Bonmatí, se demostró imparable. "Metimos a Suecia en bloque bajo, creo que bajaron su nivel físico y aprovechamos ese momento para seguir apretando. La gente del banquillo aportó muchísimo y demostramos al final por qué somos campeonas del mundo". 

Le faltó el gol

Ya la apoteosis para Olga Carmona, capitana en la noche malagueña, jugando en casa como andaluza que es y delante de toda su familia, hubiera sido marcar un gol, como el de la final del Mundial. "Para mí siempre es una alegría volver a casa. He tenido la oportunidad con ese disparo al larguero, ojalá hubiera entrado porque estaba toda mi familia aquí, hubiese sido bonito, pero me quedo con la reacción del equipo y con el resultado (5-3), que nos hace muy felices".