La Roja se resiste a abandonar el Mundial de Australia y Nueva Zelanda. El triunfo de este viernes (2-1) vale para acceder a las semifinales, ronda a la cual nunca habían llegado. Tampoco había ningún precedente en cuartos de final, pero este hambriento equipo no se conformaba con estar entre las ocho mejores selecciones del torneo. Enfrente, claro, estaba la potente Países Bajos.

"Sólo hay tres días para el siguiente partido y hay que recuperarse. Lo de hoy es para estar contentos y celebrar porque España ha hecho historia, pero no nos queremos quedar aquí y queremos estar en la final", explicó Jorge Vilda, que tiene motivos para estar satisfecho después de que las suyas fuesen superiores durante una gran parte del choque, sobre todo en el primer tiempo.

"El sentimiento de felicidad es inmenso", como explicó Teresa Abelleira, quien se acordó de su familia pese a que tiene a una parte importante allí. La centrocampista apenas podía hablar por la emoción, mientras que Alba Redondo se mostraba más risueña. "Me ha recordado al de Johannesburgo porque yo estaba en el banquillo y Salma (Paralluelo) se ha ido al córner. Yo he recorrido la banda como lo hizo Pepe Reina. He llegado la primera junto a Aitana (Bonmatí)", apuntó la manchega.

Ivana Andrés, por su parte, hizo referencia a su situación individual: "Después de unos días lesionada, he podido volver a jugar y sentirme bien. La victoria del equipo ha sido por el gran trabajo que hemos hecho. Nos hemos dejado el alma y el corazón por conseguir esta victoria. El partido se ha puesto un poco difícil, pero hemos sido capaces de tener la mente fuerte y sacarlo adelante".