Ivana Andrés (29) completó los partidos contra Costa Rica y Zambia en compañía de Irene Paredes (32), una auténtica declaración de intenciones de Jorge Vilda (42). El técnico había elegido, pero un contratiempo físico le obligó a improvisar frente a la temida Japón. Y llegaron los problemas: el combinado asiático mostró todo su arsenal ofensivo y dejó en evidencia (4-0) a una zaga en la cual Rocío Gálvez (26) era la gran novedad. Esta última perdió una gran oportunidad para mantenerse en el once.
Como era de esperar, la valenciana tampoco llegó a los octavos de final y al seleccionador le tocó improvisar con la entrada de Laia Codina (23), hasta entonces inédita. Empezó de la peor forma posible: con un autogol digno de estudio e impropio del fútbol de élite. Sin embargo, le dio la vuelta a la situación por medio de una importante diana, la que estableció el 1-4, y dio seguridad en la zaga. Tanto es así que ni Ana-Maria Crnogorčević (32) ni Ramona Bachmann (32) pudieron destacar.
España afronta un encuentro bastante complicado contra la que ahora es (junto a Inglaterra), sobre todo después de las eliminaciones de Estados Unidos, Brasil, Alemania y Canadá, una de las grandes rivales a batir. Países Bajos, con la contrastada Lieke Martens como referente, obligará a ser solventes en la defensa. La inspiración de Aitana Bonmatí o la eficacia de Alba Redondo podrían ser insuficientes si se repiten situaciones como las que se vieron ante el conjunto nipón.
Aún restan algunas sesiones de entrenamiento y estas tendrán un papel importante de cara a conocer qué opción escoge el cuerpo técnico. Tras la revolución que se vio frente a Suiza (Alexia Putellas, Olga Carmona e incluso Misa Rodríguez se quedaron fuera del plantel inicial), cualquier escenario parece viable. La lógica, en cambio, hace indicar que Vilda tratará de darle continuidad a lo que funcionó también el lunes, por lo que Codina parte como favorita para formar dupla con Paredes.