Ivana Andrés (29) es una de las beneficiadas por el conflicto que estalló en septiembre. La ausencia de Mapi León (28), que era titularísima hasta entonces y es una fija en el Barcelona, dejaba una vacante que ella ha aprovechado a la perfección. Ahora, asentada en el eje de la zaga, aspira a seguir manteniendo ese rol principal para ayudar a un plantel que venció con claridad a Costa Rica en el debut (3-0).

"Es verdad que tuvimos muchísimas ocasiones y eso es un punto a favor. Teníamos enfrente un rival que estuvo muy cerrado y no era fácil superar ese muro. De cara al próximo partido tenemos que incidir y mejorar esas ocasiones, pero creo que el equipo hizo un buen trabajo. Sería más preocupante no crearlas y no llegar a ese tramo final. La portera hizo muchas paradas", apuntó la madridista.

Preguntada por el recurso del disparo exterior, poco utilizado el viernes, contestó lo siguiente: "Creo que cualquier mediocentro tiene un gran golpeo y es verdad que el otro día nos faltó, ya que ellas tenían hasta nueve dentro del área, chutar un poco más desde fuera del área". Aun así, confía en que "los goles llegarán" e insistió en la importancia de dejar la portería a cero.

Satisfecha con el frío

Andrés, que destacó la mejora general en el apartado físico, habló sobre su emocionante mensaje en el vestuario antes de encarar la importante cita ante las centroamericanas. "Les dije que teníamos que cumplir un sueño, el que tenemos todas desde pequeñitas, que era jugar y ganar un Mundial. Este era el primer escalón y llevamos mucho tiempo trabajando y esforzándonos. También que disfrutáramos de este momento y de esta oportunidad", agregó ante los periodistas.

"Empezamos esta andadura en Benidorm y hacía mucho calor. En Avilés hacía más fresquito y en Dinamarca, más o menos la misma temperatura que aquí. Yo pensaba que iba a hacer más frío. Corriendo no se nota tanto. Climatológicamente prefiero esto que tener 40 grados. Nos adaptamos a cualquier temperatura y siempre intentamos entrenar con la mejor sonrisa", apuntó.

En cuanto al ocio, dijo: "Aprovechamos para descansar, desconectar y cargar pilas. Aquí tenemos poca cosa, pero no está mal. Yo me lo esperaba peor. Salimos a dar una vuelta. Hay muchísimas cafeterías y un río que está muy bien para dar un paseo. Luego, en el hotel tenemos una sala de juegos con mesa de ping pong, otra de billar, un futbolín, dardos, juegos de cartas... Ahí es donde pasamos las tardes".

Así ve al próximo escollo

Sobre el 0-5 que encajó Zambia, este es su análisis: "Japón estuvo muy bien porque leyó muy bien partido y no las dejó hacer ni una contra, que es de lo que ellas viven. Estuvieran muy atentas y lograron anularlas. Son rivales antagónicos. Cada uno tiene sus virtudes y defectos, que son totalmente contrarios, y van a ser duros, algo que ya sabíamos. Habrá matices entre uno y otro".

Por último, hizo referencia a los puntos fuertes del combinado africano, especialmente en el apartado ofensivo: "Las delanteras son muy verticales y muy rápidas. Hay que tener controladísimas las vigilancias porque solemos jugar en campo contrario y nos pueden hacer mucho daño tras cualquier pérdida. Una de las centrales tiene que estar encima y la otra, con ayuda y cobertura. Es importante también que todo el equipo corra hacia atrás, aparte de estar fuertes en el cuerpo a cuerpo".