Raí habló con nosotros en la capital francesa, donde trabaja como embajador y socio accionista del París FC, el club que dio origen al PSG junto con el desaparecido Stade Saint-Germain, y que ahora está en segunda división.
"He traído inversores y patrocinadores para que subamos a la Ligue 1 en las próximas temporadas", explica la estrella, que también es uno de los directores de la Fundación Gol de Letra y cursa un máster en políticas públicas en el Institut d'Études Politiques.
Formado en las categorías inferiores del Botafogo-SP, Raí fue un jugador clave del PSG entre 1993 y 1998. En 217 partidos con el equipo francés, marcó 74 goles y ganó 7 trofeos.
En 2020, Raí fue elegido en una encuesta promovida por el París Saint-Germain como el mejor jugador de la historia del club.
El ex número 10 también fue cuatro veces campeón del mundo con la selección brasileña, en 1994, y es una leyenda en São Paulo, equipo con el que fue campeón intercontinental en 1992.
Vea a continuación la primera parte de la entrevista con Raí:
Flashscore: ¿Ve similitudes entre su PSG y el PSG actual? ¿O es un universo completamente diferente?
Raí: No sólo el París Saint-Germain, sino el mundo del fútbol es completamente diferente. Hoy en día los clubes tienen un enorme potencial financiero, puedes tener a varios jugadores de la selección brasileña en el mismo equipo. En aquella época, por mucho que a los aficionados les gustara el equipo, teníamos cuatro o cinco jugadores en las selecciones nacionales. Hoy, dependiendo del equipo, tienes 15 jugadores de la selección. Tampoco se pueden hacer muchas comparaciones porque el equipo pesaba más, porque no tenías tantos jugadores que pudieran marcar la diferencia. La fuerza del colectivo era mucho más necesaria.
Cuando llegué al PSG, el reto era llevar al equipo al máximo nivel europeo, así que fue un logro, y los aficionados crecieron con nosotros. Llegamos a una semifinal de la Liga de Campeones que el club apenas ha conseguido repetir en la era qatarí.
Por nuestros objetivos, llegamos muy lejos y la afición se lo creyó. Y era un equipo que realmente se creyó esta idea de estar juntos, de tener fuerza colectiva. Así que es difícil comparar, pero en esta era qatarí, digamos, hubo temporadas muy buenas, mejores que la actual, en la que no podemos decir que el equipo tuviera un juego colectivo, o una evolución colectiva, aunque fuéramos campeones de Francia.
Por tanto, si comparamos esta temporada con mi etapa en el club, se puede decir que hemos tenido una mejor regularidad y una cohesión colectiva más interesante.
¿Por qué cree que el equipo actual no ha tenido una regularidad colectiva ni con Pochettino ni con Galtier?
Ha habido muchos cambios y algunos problemas de cohesión del equipo. El proceso de renovación del contrato de Mbappé fue muy difícil y prolongado, y creo que dejó secuelas. Y (el director de fútbol) Leonardo se fue, llegaron jugadores, hubo un cambio de entrenador... Así que hubo una serie de cambios que dificultaron la cohesión de todo el grupo.
¿Están los aficionados más mimados porque ahora los clubes ricos tienen 15 jugadores de la selección? ¿Cómo ve esta reacción tan crítica de los seguidores del PSG?
Creo que hubo un error de comunicación al principio del proyecto, que fue prometer el título de la Liga de Campeones... o, si no lo prometían, se creaba esa expectativa. Y cuando se crea la expectativa de que sólo eso representa el éxito, se tiene la sensación de fracaso cada temporada.
Eso es algo que ha ido minando la relación entre el club y los aficionados, porque si no se consigue la Liga de Campeones, se buscan defectos y culpables. Creo que tiene su lado, pero cuando se llega al extremo de ir (a protestar) a casa de un jugador, eso es absurdo en cualquier parte del mundo y una falta de respeto.
Creo que también hubo muchos problemas fuera del campo que crean un poco de rencor con los aficionados, algunas historias y circunstancias que se acumulan y que, en un momento de crisis, se manifiestan.
Yo no diría que los aficionados estaban malcriados, pero esta expectativa de la Liga de Campeones y de grandes inversiones con una falta de rendimiento -no de resultados, sino de rendimiento- estaba minando la relación. Pero no es nada que no vaya a volver, así es la pasión futbolística: es amor extremo, luego rebelión extrema.
¿Siente el jugador esa rebelión extrema? ¿Cree que algunos en el PSG la sintieron?
Sí, seguro que algunas relaciones estarán marcadas. Es natural que en una temporada haya momentos de crisis, en todos los clubes, pero cómo gestionar esa crisis... Para mí, el fútbol es el arte de la gestión de crisis . A veces es más difícil que construir un equipo, porque vas a tener una crisis, pero si gestionas mal esos momentos, socavas cualquier tipo de evolución.
¿Puede ese camión de dinero de Qatar hacer más mal que bien al club?
Hay todo tipo de ejemplos, buenos y malos. Creo que el dinero crea la obligación de jugar bien, pero no es sólo el dinero el que resuelve las cosas. Así que, en esta relación con los aficionados, a veces puede entorpecer porque eleva demasiado las expectativas, porque la inversión conlleva exigencias.
¿Cree que Mourinho podría ser una solución para el equipo?
(Risas) Yo estoy en otro proyecto, en el París FC, y sólo se puede tener legitimidad para dar este tipo de opiniones cuando se está dentro, sobre todo los que estamos en el medio.
¿Se convertirá Kylian Mbappé en el mayor ídolo de la historia del PSG?
Va camino de convertirse en uno de los mayores ídolos de la historia del fútbol, y del club en consecuencia. En la selección (francesa) ya estuvo a punto de ganar el bicampeonato (mundial) a los 23 años. Tiene una larga carrera por delante, pero sus números hasta ahora le han convertido en uno de los mejores jugadores de la historia de Francia, junto con Zidane, Platini... de ese nivel para arriba.
Títulos de Raí
Con el São Paulo
Copa del Mundo (1992)
Libertadores (1992 y 1993)
Campeonato Brasileño (1991)
Campeonato Estatal (1989, 91, 92, 98 y 2000)
Para el PSG:
Copa de Francia (1994)
Copa de Francia (1995 y 1998)
Copa de la Liga (1995)
Supecopa de Francia (1995 y 1998)
Recopa de Europa (1996)
Para Brasil:
Copa del Mundo (1994)