Caroline Graham Hansen tiene un gran reconocimiento en su país (fue galardonada, junto a Erling Haaland, como la mejor futbolista nacional del año 2023), si bien no siempre acapara titulares en España. Sin lugar a dudas, es la principal referencia de una selección que rindió muy por debajo de lo esperado en el Mundial de Australia y Nueva Zelanda -cayeron en octavos- e incluso protagonizó algún conflicto interno con el cuerpo técnico.
La nórdica acumula una decena de goles y esos mismos pases clave en la presente edición de la Liga F (14 y 16 respectivamente si se incluyen todas las competiciones). Son unos números excelentes, nada extraños para ella, que le permiten continuar en un lugar privilegiado en el fútbol mundial. Además, sus registros mejoran a los de la ya citada Aitana, también imprescindible para Jonathan Giráldez.
Su buen hacer quedó demostrado por enésima vez en la Supercopa: dio un pase clave contra el Real Madrid en las semis y participó en cuatro chicharros ante el Levante Unión Deportiva. Este fantástico rendimiento provocó que fuese distinguida como la mejor jugadora de la final, que se disputó el pasado 20 de enero. Y eso que apenas disputó una hora. El marcador, que era de 7-0 entonces, no sufrió ninguna modificación.
Hansen ha visto portería o ha asistido en los últimos ocho compromisos que ha disputado (y en 14 de los 15 más recientes). Es muy difícil alcanzar tal punto de influencia, un factor principal de cara a entender los últimos éxitos del Barça. En cuanto al futuro, especialmente de cara a la Liga de Campeones, su buen hacer resultará esencial para dejar atrás a Olympique de Lyon, Chelsea, París Saint-Germain y compañía.