Xavi Hernández (43) reconoció estar "enfadado" después de perder por 2-1 contra el Rayo, que es "un gran equipo" y le puso "más intensidad" en los duelos individuales. Preguntado también por la ausencia de Sergio Busquets, una figura clave en el centro del campo, consideró "injusto" pensar en aquellos jugadores que se perdieron la cita en la capital -como Andreas Christensen u Ousmane Dembélé-.

La suerte para el Barcelona es que el fin de semana afrontan un nuevo partido, como indicó el catalán, quien repitió de nuevo que la lucha por la Liga aún sigue viva. "Lo importante es la ventaja que tenemos, pero no es excusa. Quedan 21 puntos y hay 11 de ventaja. Ahora tenemos dos encuentros seguidos en casa para sumar seis más. Lo que no podemos bajar es la intensidad y el ritmo competitivo. El Rayo nos ha superado y sólo nos queda felicitarles", explicó ante los medios de comunicación.

"Es difícil ganar esta Liga. No es por falta de intensidad ni de ganas, pero cuesta mucho. No nos han dejado estar cómodos en prácticamente todo el partido y tampoco hemos tenido el control", indicó Xavi en rueda de prensa. Sus jugadores estuvieron "más espesos" de lo habitual, dijo, sobre todo comparado con lo visto en el Camp Nou el pasado domingo.

Los azulgranas pueden presumir de tener "una puntuación espectacular", como argumentó el técnico nacido en Terrassa, a quien la Liga no se le está "haciendo larga", sino que quiere "ganarla". El estadio que visitaron este miércoles, donde "han perdido muchos" (por ejemplo, el Madrid), no es el preferido del Barça, que ya perdió en su anterior visita, el último día de Ronald Koeman al frente del equipo.

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