Con la tranquilidad del que tiene los deberes hechos y nada ni nadie puede perturbarle compareció el Barcelona en Vallecas, campo incómodo para los grandes, para dar el golpe definitivo a LaLiga. Pero igual que le pasó al Madrid en Girona, si a la calidad no se le añade intensidad, las fuerzas se igualan. Eso ocurrió en la primera mitad. 

Los azulgrana jugaban andando, movían la pelota al trote. Primaba no tener errores, mas el efecto fue justo el contrario. Los rayistas llegaban muy cómodos a la presión. Por ahí nació el gol. Primero, el aviso con un robo de balón de Trejo a Pedri en tres cuartos y un pase a Camello que se encontró con un incomensurable Ter Stegen. El alemán había tenido problemas en el calentamiento, pero ahí demostró que pocos hay como él. 

Apenas dos minutos después, sin embargo, no pudo detener el disparo raso y cruzado de Álvaro García. Camello se impuso en el cuerpo a cuerpo a Gavi y cedió a su compañero para que armara su zurda y anotara el 1-0.

El Barça respondió con una gran ocasión de Lewandowski, pero Dimitrievski emuló a su colega de enfrente y le negó el gol. Al borde del descanso también desviaría en línea de gol un centro chut de Koundé. Eso y un tanto anulado al ariete polaco por posición incorrecta fueron las únicas ocasiones de los de Xavi, que se vieron superados por la clase de Isi, por la verticalidad de Fran García, por la fuerza de Trejo y por el oportunismo de Camello. 

La imprecisión en los catalanes, motivada por la energía vallecana, continuó tras el descanso. Si antes habían fallado Pedri y Gavi, faltaba por hacerlo De Jong. El neerlandés perdió el balón ante un intenso Fran García, que activó el modo Fórmula 1, se coló en el pasillo que le dejaron Araujo y Koundé, y se plantó ante Ter Stegen para firmar el 2-0.

Lewandowski, 25 días después

Ni las modificaciones tácticas de Xavi solucionaron el desaguisado de los suyos. Iraola, sin embargo, lo tenía muy claro. Tapar líneas de pase, ahogar a los centrocampistas y dejar que Araujo organizase. El uruguayo es un portento físico, pero sacar la pelota desde atrás le convierte en otro jugador mucho menos fiable. Por suerte para ellos, tienen a Lewandowski. En una acción aislada, de furia más que de toque, el polaco cazó un balón que había quedado suelto en el área y volvió a gritar gol 25 días después. 

Era el minuto 82 y aún quedaba tiempo para, al menos, lograr un empate. Mas se precipitaron, confundieron el tocino con la velocidad y se fueron de vacío de Vallecas, un modesto barrio que vuelve a soñar con Europa tras esta victoria.

Jugador Flashscore del partido: Fran García (Rayo Vallecano). 

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