El Atleti buscaba el sorpasso. La derrota del Madrid en Anoeta animó aún más a un equipo lanzado en una segunda vuelta majestuosa, en la que sería líder de LaLiga. Seis victorias seguidas, sensaciones inmejorables y el Cívitas Metropolitano entusiasmado con la idea de arrebatar el campeonato a ese vecino que tantos disgustos le ha dado últimamente. Perdidas tantas guerras cualquier pequeño triunfo en pequeñas batallas es un éxito.
El aliento de la grada lo notó desde el principio el equipo. Apenas había pasado un minuto cuando Antoine Griezmann, muy posiblemente el jugador más completo y determinante de LaLiga, a pase de Carrasco y con la precisión de Jon Rahm con el putt, envió un chut milimétrico que se coló en la portería del Cádiz. Ni Conan pudo evitarlo. Poco después, Ledesma, en dos tiempos, salvó un remate de Morata. Toques rápidos, basculaciones, desmarques, pases al hueco, combinaciones rápidas,….El Atleti, en ocasiones, parecía el Milán de Sacchi. La metamorfosis ha sido brutal. El cholismo ha cambiado. Es posible que ni el propio Simeone reconozca a su creación.
Tras un pequeño aviso de Álvaro Negredo y un gol en fuera de juego de Diarra, Antoine volvió a sacar otro conejo de la chistera. Él inició la jugada, hizo una pared preciosa con Lemar y marcó un golazo antológico con la zurda. Bestial. El francés está opositando al Balón de Oro. Su nivel es sublime. En el Barça estarán lamentando de que un jugador al que ficharon por 120 millones y dejaron marchar está triunfando a lo grande en un equipo que lo ha comprado por 20+4 en variables. La operación aspira a ser la mejor de la historia del Atleti y una de las peores del Barça.
Antoine, en plan emperador romano
Morata envió otro remate al palo en el 41 y así, en pleno baile del Atleti ante un Cádiz que apenas presentaba oposición, se llegó al ecuador del partido. Monsieur Antoine se iba al vestuario como si fuera un César romano tras una victoria. Es el líder indiscutible y nadie lo discute.
Morata, que lo había intentado varias veces en la primera parte, se salió con la suya nada más empezar la segunda. A pase de Hermoso, pleno de confianza, el madrileño marcó el tercero. Su ansia de nueve estaba parcialmente saciada.
El partido salió tan redondo que se produjo un momento histórico. Al Atleti le pitaron un penalti a favor casi un año después. La última vez fue el 8 de mayo del 2022 frente al Madrid. Esta vez fue por mano discutible, que llegaba rebotada del cuerpo, de Rubén Alcaraz. Griezmann, César generoso, dejó a Carrasco que tuviera su momento de gloria y el belga apuntó el cuarto en su cuenta.
El partido, a esas alturas, era un caballo desbocado. El hondureño "Choco" Lozano mandó un misil tierra aire a la escuadra izquierda de Grbic y Nahuel Molina, lateral con alma de extremo, respondió enseguida para completar la manita de un Atleti desatado. El enemigo duerme detrás. El "Cholo" tendrá que revisar su manual y añadir nuevos capítulos a su libro de estilo.
Jugador Flashscore del partido: Antoine Griezmann
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