El Valladolid cayó derrotado contra el Sevilla (0-3), pero el guion del encuentro podría haber cambiado radicalmente si se hubiesen adelantado en la última acción antes del descanso. Y muy cerca estuvo eso de pasar, ya que Escudero marcó un gran tanto desde fuera del área tras capturar un rechace. El árbitro, sin embargo, ignoró que el lateral estaba a punto de disparar e hizo sonar su silbato para desesperación de Paulo Pezzolano, de los jugadores y, por supuesto, del público.
Tarde triste para el Pucela, que todavía está en posiciones de permanencia. Pocas veces se ha visto un ambiente tan crispado en el José Zorrilla, aunque el entrenador uruguayo colaboró en que el público pudiera expresar su enfado hacia el madrileño. ¿Cómo? Retrasó la salida de los futbolistas y, mientras los visitantes esperaban sobre el terreno de juego, permitió que los allí presentes se desahogaran durante unos minutos. Lo que vino luego, una tragedia de cara a los intereses de los anfitriones.
Desde la entidad de Castilla y León también han ejercido algo de presión vía redes sociales. Adjuntando las imágenes de la polémica, reclaman justicia: "No pedimos que nos den, solo que no nos quiten". Aparte de esa jugada que tanta controversia ha generado, protestan también que Loïc Badé (se fue sin amarilla siquiera) debió ser expulsado. Rafa Mir, Papu Gómez y Jesús Corona se encargaron de amargar por completo a los seguidores locales, que ven la amenaza del descenso cada vez más cerca.
Ronaldo estalla en redes
Ronaldo Nazário, el presidente del club, comentó lo siguiente en Twitter: "¡INADMISIBLE lo ocurrido hoy en Zorrilla! Hasta ahora habíamos estado callados intentando reivindicar nuestra insatisfacción por medios oficiales, reuniones y peticiones, evitando hacer una exposición pública. ¡Pero basta ya! Esto es fútbol profesional y exigimos explicaciones".
"Errores de estas dimensiones pueden cambiar toda una temporada. Pero que quede clara una cosa: pelearemos contra TODO y contra TODOS porque somos el Real Valladolid. Nuestro equipo, nuestra afición y nuestra ciudad lo han dado todo y nadie nos lo va a quitar", añadió el brasileño, sin poder ocultar su indignación, a través de su perfil oficial.