Se respiraba ambiente de gala en Cornellá, el de las grandes noches que tanto añora el Espanyol. La diferencia con tiempos pretéritos se notaba en la tensión. No es la de estar jugándote un título sino la ansiedad que te impide respirar y te atenaza los músculos porque estás poniendo en riesgo la vida. Frente al Cádiz, un rival directísimo por la permanencia, pero que comparecía con cuatro puntos de ventaja, se notó y mucho en la primera mitad. 

No se podía esperar un gran fútbol en la situación de ambos. Al contrario. Sí lo que hubo en los primeros compases: agresividad, intensidad, despliegue físico. En ese juego 'de barro', fue el Cádiz el que más cómodo se encontró. Se le veía con más ideas, con más serenidad. Fruto de ello llegaron los disparos de Alcaraz y, en especial, Guardiola. El delantero tuvo dos remates en uno. Falló en el de primeras, pero el balón se le quedó en los pies y volvió a disparar a cinco metros del área... cruzado. Para quedarse calvo tirándose de los pelos. 

Los desajustes defensivos del Espanyol, los mismos que le han hecho perder seis partidos consecutivos, permitieron esa gran oportunidad. Una debilidad que aún les puso más nerviosos si cabe. Aun así, tampoco están los gaditanos para echar cohetes. Un mal rechace de Espino complicó a Ledesma, que pudo despejar in extremis. Para entonces ya había perdido por lesión a su mejor guerrero atrás, Fali. El arquero, que volvía al once tras cumplir su larga sanción, también salvó a los suyos evitando un gol olímpico de Melamed. Y más que haría después.

Joselu, al palo... dos veces

Con las gafas en el marcador se reanudó el choque con mayor presión de los periquitos, que sabían que el empate no les servía de nada. Rozaron el gol con un remate al palo de Joselu en el área pequeña. La jugada continuó y a Cabrera, también con la testa, le sacó el remate Ledesma. Y siguió con un taconazo de Braithwaite. Las gracias a los dioses del fútbol tenían que dar los de Sergio González por salir indemnes de esa acción. 

Y más también cuando el VAR, que no está ni estará en ese Olimpo, anuló poco después un tanto de Joselu por fuera de juego. Acertó. Eran los mejores minutos de los de Luis García, atosigando a un Ledesma que se multiplicó por arriba y por abajo. Qué bárbaro lo de Conan, qué agilidad, qué colocación, qué anticipación. Y qué increible que Joselu volviese a estrellar un remate en el palo. Para mirarse eso del mal de ojo y tal porque los catalanes merecían ir por delante por lo que mostraron en la segunda parte... y casi pierden si, volcados como estaban, Alejo hubiese acertado después de rematar a placer. Por desgracia para los andaluces le llegó a su extremo a la pierna izquierda. 

Al final, reparto de puntos que deja más satisfechos al Cádiz, que tiene 32 por sólo 28 de un Espanyol que sólo tuvo el consuelo de cortar la racha de seis derrotas seguidas. Pero así tampoco les valdrá para salir del descenso en el que se encuentran. 

Jugador Flashscore del partido: Jeremías 'Conan' Ledesma (Cádiz).

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