Bajo el lema "Juntos contra el racismo", como en toda la jornada (Ucrania ha quedado en un segundo plano pese a que la guerra siga), el Sevilla visitaba el Martínez Valero para intentar sumar tres puntos que pudieran acercar esa ansiada plaza, que tendría un papel clave en el caso de perder la final de la Europa League. El Elche se presenta siempre como un rival asequible porque ya está descendido y, en cambio, se ha consagrado como un gran incordio (que se lo digan a Atlético de Madrid o Getafe).
Los visitantes se hicieron con el balón al principio, aunque la primera ocasión la protagonizó Tete Morente después de hacerle una gran finta a Fernando Reges en el área. Aparecía por todas partes el ex del Málaga, omnipresente, llevando todo el peso y erigiéndose como el hombre más peligroso. Tanto es así que marcó el único tanto de su equipo: un poderoso salto le permitió imponerse a Jesús Navas, rematar de cabeza y hacer inútil la estirada de Marko Dmitrovic en el minuto 25.
Pape, ¿qué hiciste?
Antes de que ocurriera esa jugada, protestada por los andaluces por una supuesta falta a Navas, se sucedieron dos acontecimientos importantes: el gol de Erik Lamela (9') y la expulsión de Pape Gueye (17'). Es probable que este segundo aspecto sea todavía más trascendente por todo lo que supone jugar en inferioridad numérica durante tanto tiempo, aparte de que el empate hizo que esa diana inaugural perdiera buena parte de su valor.
El argentino recibió el pase de Youssef En-Nesyri, cuyo criterio para tocar al primer toque fue clave. Todo empezó con un error a la hora de despejar y terminó con la perfecta definición del futbolista con pasado en el Tottenham. Se las prometían felices los de Nervión, pero una patada criminal de Gueye a Lucas Boyé cambió el guion. Y ni mucho menos se habían acobardado los ilicitanos tras el 0-1 (pudo ser 0-2 por un cabezazo desviado por poco de Loïc Badé), pero ese tanto de Morente insufló mucha fuerza.
Un empate de justicia
Amenazaba el cuadro dirigido por José Luis Mendilibar con salir rápido a la contra, una situación en parte propiciada por el descaro de la entidad alicantina, sin nada que perder y algo que ganar (al menos una alegría). Así jugaron los de Sebastián Beccacece, que han realizado una temporada lamentable e impropia sin justificación alguna, pero están compitiendo de lo lindo en 2023 y tratan de acabar el curso con las mejores sensaciones posibles.
Lamela disfrutó sobre el césped y se convirtió en protagonista, aunque el técnico vasco decidió sacarlo del campo poco después de arrancar el segundo tiempo -seguramente pensando en lo que viene-. Beccacece, en cambio, realizó un cambio con gran carácter ofensivo al quitar a Nicolás Fernández e introducir a Álex Collado. La posesión de juego fue prácticamente íntegra para los franjiverdes, pero Alex Telles gozó de la más clara tras el paso por vestuarios, un centrochut que casi finaliza En-Nesyri.
Los exquisitos regalos que puso Gumbau en forma de asistencias, uno de ellos muy evidente a Ezequiel Ponce, no fueron suficientes para que llegara el ansiado premio, como tampoco ocurrió a la inversa en alguno de los muchos aterrizajes (sobre todo uno de Rafa Mir, que sustituyó al marroquí) en la zona defendida por Edgar Badía. Al final, ni una cosa ni la otra, tablas en el electrónico (1-1) antes de que jueguen este fin de semana ante Athletic Club de Bilbao y Real Madrid respectivamente.
Jugador Flashscore del partido: Tete Morente.
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