A finales de abril se iniciaron los contactos entre José Ángel Sánchez, director general del club, y su agencia de representación, Universal Twenty Two, en la que el croata Vlado Lemic es uno de los socios. 

Las conversaciones fueron breves y el acuerdo rápido ya que Modric había dado la premisa a sus agentes que la prioridad absoluta para él era quedarse en el Real Madrid, incluso con una rebaja de sueldo. 

Recibió llamadas de Arabia y de Qatar interesándose por su situación pero ni siquiera hubo un conato de negociaciones porque la única idea de Modric y su familia era quedarse en España. 

La renovación es por un año, la cantidad a percibir unos 10 millones netos (no varía mucho respecto a lo que está cobrando ahora) y el Real Madrid lo anunciará públicamente en breve. La próxima semana, cuando haya terminado oficialmente la competición, empezarán a emitirse los primeros comunicados sobre decisiones ya tomadas, uno de ellos la renovación del 10 blanco. 

Modric sabe que está ante su última temporada en el Real Madrid pero no tiene decidido si continuará o no jugando en otro país cuando llegue el verano de 2024. Decidirá en función de cómo se vea físicamente. Lo que sí tiene claro es que su proyecto de vida pasa por Madrid, la ciudad en la que tiene pensado vivir junto a su mujer y sus hijos cuando se retire de la actividad como jugador profesional.