Cuando parecía que estaríamos alejados del culebrón Mbappé durante un tiempo, llegó el jugador francés y comunicó que no prolongaría su compromiso con el Paris Saint-Germain. Eso abrió un nuevo capítulo de una serie que ya contó con demasiadas entregas a lo largo del 2022.

Como muchas veces se dice, "lo poco agrada y lo mucho cansa", y así está sucediendo con el extremo de Bondy. Su forma de llevar las cosas ha llevado hasta la extenuación a muchos de los implicados en la posible operación de su salida de la capital gala. En su club ya casi se han rendido, el Real Madrid está reflexionando muy bien sobre si merece la pena hacer una oferta y las aficiones de ambas partes están hartas.

El jugador, aparte de su carácter complicado, arrastra la carga de un entorno que hace y deshace a su antojo sin importarle, en muchas ocasiones, el lugar en el que queda la imagen del futbolista. Tiene una madre que le ve como la gallina de los huevos de oro y casi siempre antepone el beneficio económico a los deseos de su hijo.

Que Mbappé ha querido jugar en Madrid desde que era un niño es evidente, pero hasta hoy no ha mostrado el respeto que merece uno de los mejores clubes del mundo. Una entidad que siempre ha estado a su disposición por medio, principalmente, de su presidente Florentino Pérez, que le ha pasado al campeón del mundo cosas que no ha transigido ni con las mayores leyendas merengues de la historia reciente.

Tampoco agradó al madridismo que el último movimiento de Kylian fuese utilizar al Real para firmar una renovación con el PSG de dimensiones monetarias astronómicas. Además, empeoró la situación anunciando que se quedaba en su equipo pocos días antes de que los madrileños disputasen una final de Champions League que, a la postre, supondría la decimocuarta 'Orejona' para los blancos.

Por un amplio sector de la hinchada ese movimiento se llegó a ver como una provocación, una falta de respeto para el club al que tanto amor decía profesar. Hasta Florentino fue contundente en aquél instante: "Pobre hombre, estará ya arrepentido", llegó a decir".

Cansados, pero dispuestos a perdonar

Si bien es cierto que en Madrid muchos se encuentran hastiados por esta novela sin fin, la posibilidad reabierta de vestir de blanco a uno de los mejores jugadores del mundo ha ilusionado nuevamente al madridismo. Desean contar con una gran estrella y el francés lo es.

Todo apunta a que cada vez está más lejos de París y que en Catar ya dan por hecho que deberán escuchar ofertas si no quieren que se vaya gratis en 2024. Una cuenta de Twitter muy cercana a los parisinos, PSG Community, asegura que el traspaso finalmente estará cifrado en 250 millones de euros -200 más bonus de 50-.

Ese canal ya dio varias informaciones sobre la 'tortuga’ en el pasado que resultaron ser ciertas. Aún así, queda esperar confirmación desde la entidad de que están dispuestos a recibir propuestas. ¿Será este el último capítulo del culebrón Mbappé o se prolongará un año más?