El dibujo del Barça 2023-2024 toma forma. En medio de unos meses convulsos en donde el "Caso Negreira" acapara la atención y el morbo del fútbol español, el club blaugrana piensa de lleno en la próxima campaña. El balance del presente curso es positivo: primeros en LaLiga -con 12 puntos de diferencia sobre el Real Madrid-, con pie y medio en la final de la Copa del Rey. Las eliminaciones de la Champions y de la Europa League ya son historia.
Pare evitar una nueva caída, la directiva del Barcelona analiza a los posibles refuerzos que pueden aterrizar en el Camp Nou en verano. Iñigo Martínez (31) es uno de los jugadores que se encuentra entre la baraja de opciones del club.
El defensor central finaliza su contrato con el Athletic en junio. El conjunto de Bilbao quiere retenerle pero las ofertas que han llegado por él complican la operación. En sí, Martínez presenta cuatro llamados: el Barcelona, el Atlético de Madrid, el Inter y el Nápoles están interesados en sus servicios.
El central de 31 años, no obstante, ya tiene una decisión: quiere ser culé. La competencia en la zaga no le importa. Es su sueño y está dispuesto a esperar la resolución de los líos financieros del Barcelona para concretar su fichaje.
La operación, según estipulan algunos medios cercanos al club, es viable: el jugador llegaría en condición de agente libre. Su sueldo es, en este momento, el punto de inflexión: el Barcelona necesita adaptarse a las normas estipuladas por LaLiga en relación con el Fair Play Financiero. Hasta ese entonces tendrá el aval para fichar -o renovar- a los integrantes de su plantilla.