La idea es que lo haga en perfectas condiciones físicas y anímicas para encarar la renta final de la temporada en plenitud. Aunque el galo ha cambiado su actitud, sus hábitos alimentarios, mostrando una mayor profesionalidad que la de sus primeros meses en Can Barça, nadie está libre de poder lesionarse. 

De hecho, con Xavi en el banquillo, Dembélé no había sufrido ninguna lesión grave... hasta que ocurrió esta rotura en el recto anterior del muslo izquierdo. Ya se ha perdido dos meses de competición, la cuenta va por 11 partidos y sumando, pero el técnico egarense no quiere meterle ninguna prisa. 

Primero, porque son las sensaciones del propio jugador, debido a sus antecedentes principalmente, las que dictaminarán su regreso. Y segundo, porque Raphinha está por fin enseñando parte de su amplio repertorio jugando en la posición favorita de Ousmane, la de extremo derecho. 

Mientras ve desde la grada cómo sus compañeros han sentenciado LaLiga, Dembélé espera poder celebrar con ellos en el campo ese título y el de Copa, siempre que eliminen al Real Madrid en la semifinal. Y ya de paso, mejorar aún más sus números esta temporada. Lleva 28 encuentros disputados, en los que ha anotado ocho goles y ha repartido siete asistencias.

Para ello aprovecha cualquier día para ejercitarse en el gimnasio y en el césped de la Ciudad Deportiva Joan Gamper.