Varios ultras del Espanyol accedieron al césped tras confirmarse la victoria del Barcelona, que ganó por 2-4 y se coronó campeón de LaLiga Santander en territorio vecino. Los blanquiazules, además, se quedan en una situación agónica y a un paso de la categoría de plata. Dos goles de Robert Lewandowski, uno de Alejandro Balde y otro de Jules Koundé hicieron inútiles los anotados por Javi Puado y Joselu Mato, quien también marcó en la ida (desde los once metros para empatar el choque).
La falta de Mossos d'Esquadra permitió que los aficionados más violentos pudieran correr en dirección a los futbolistas del Barcelona, quienes -por supuesto- estaban celebrando su gran éxito de la temporada. Este hecho provocó que tuvieran que marcharse de forma inminente hacia el túnel de vestuarios por motivos de seguridad. Ya en zona protegida e interna, pudieron seguir con los festejos.
"El RCD Espanyol lamenta los hechos aislados sucedidos al final del partido disputado en nuestro estadio. Como pericos, nos duele la derrota, pero nunca aceptaremos la violencia, por más residual que sea. Por otro lado, queremos agradecer a todos los pericos y pericas que nos han alentado hoy y durante toda la temporada a pesar de los resultados deportivos", explica el club a través de un comunicado.
El árbitro no hizo ninguna referencia en el acta, aunque de igual forma puede haber sanción (tanto a nivel económico como en lo que a cierre -parcial o total- del estadio se refiere. Muchos de los que se atrevieron, con aparente impunidad, a perseguir a los jugadores del Barça son perfectamente identificables porque lo hicieron con el rostro al descubierto.
Todo lo que ocurrió en el encuentro, disponible en Flashscore.