Después de ganar un histórico triplete con los citizens, y a pesar de la insistencia de Pep Guardiola en que continúe siendo su prolongación en el terreno de juego, el internacional germano parece que tiene claro cuál debe ser su próximo destino. 

Y este no es otro que el Barcelona. Que el City se haya lanzado a pagar 35 millones por Kovacic para protegerse ante su pérdida es una medida que se ha visto con gran alegría en el seno del club culé. Lo consideran, a pesar de las palabras del propio Guardiola de no darse por vencido, como la rendición del conjunto mancuniano ante la negativa de Gundogan a renovar su contrato. 

De ahí que Mateu Alemany ha viajado este miércoles a Múnich para encontrarse con él y con su agente y cerrar definitivamente la operación. La oferta es de tres temporadas, algo que gusta y mucho al todavía capitán blue. El problema radica en las garantías de poder ser inscrito en LaLiga. 

El Barcelona aún tiene pendientes muchas operaciones para poder cumplir con las exigencias de LaLiga y su plan de viabilidad. E incluso así, antes tiene que inscribir a los futbolistas que han renovado. Después llegaría el turno de las nuevas incorporaciones. 

Por todo ello, Gundogan exige garantías de que no habrá problemas y de que podrá estar disponible desde el primer día.