Mientras que en LaLiga EA Sports hay un claro candidato al título (el Real Madrid) y la batalla por evitar el descenso se presenta insípida, toda la emoción parece estar concentrada en la segunda división del fútbol español. Y es que las ventajas son muy reducidas entre los primeros clasificados y nada hace pensar que todo se vaya a decidir antes de la jornada 42. La lucha por subir de forma directa y por tener plaza en los playoffs, cuanto menos vibrante.
El Real Madrid cuenta con un balance de 66 puntos, siete más que el Girona y ocho de renta sobre el Barcelona. Y si se compara con el décimo clasificado, Osasuna, esta brecha aumenta hasta los 30 tantos. Es todo un mundo, desde luego, y nadie se atrevería a afirmar que los navarros pudieran adelantar al cuadro dirigido por Carlo Ancelotti. Las matemáticas lo permiten por escaso margen, pero resulta una utopía sin lógica ninguna.
La diferencia es abismal en LaLiga Hypermotion, ya que el líder, el Leganés, podría caer hasta tres puestos si pierde en su visita al Amorebieta, actual colista. Conviene destacar que los pepineros superan por sólo cinco unidades al Burgos, que en estos momentos no ascendería, y por siete al Racing de Santander, ahora décimo. Como inmediatos perseguidores, los siguientes clubes: Eibar, Espanyol, Elche, Sporting de Gijón y Real Valladolid.
Esta situación, que comparte algunas similitudes con la que afecta a los integrantes de la zona baja, quedó muy bien reflejada hace sólo unos días, a finales de febrero. En Ipurua, el cuadro que dirige Luis Ramis consiguió un inesperado triunfo gracias a lo ocurrido en el tiempo de descuento, que no dejó indiferente a nadie por la espectacular y agoníca remontada de los pericos (Salvi Sánchez empató allá por el minuto 96 y José Carlos Lazo hizo el definitivo 2-3 en el 99').