Además de pararse el encuentro durante unos instantes a causa de los gritos de "mono" dirigidos a Acuña por parte de la afición del Getafe, Quique Sánchez Flores aseguró después del choque que también recibió insultos de carácter xenófobo relacionados con sus raíces.
No olvidemos que el entrenador del Sevilla es sobrino de la gran Lola Flores, descendiente de gitanos. Por ese motivo, una serie de indeseables han utilizado los orígenes del técnico para hacer gala de su falta de educación.
Así lo relató Quique en rueda de prensa: "Estoy absolutamente orgulloso de cada poro de mis venas que pueda respirar gitano. Pero una cosa es ser gitano, o parte gitano, y otra cosa es que lo utilicen como insulto racista. Me parece aberrante", explicó.
"Aquí, parte del público, porque hay parte que no, se cree que puede venir a decir lo que quieran. Eso es lo que está pasando en todos los estadios del mundo, que se creen que en los estadios se puede decir lo que uno quiera, y cuando quiera, y cómo quiera. Nosotros somos trabajadores que venimos aquí a trabajar, en una paz, en un estadio, en un espacio en el que se nos tiene que respetar", agregó.
"Me parece aberrante que, en estos tiempos en los que se está avanzando en tantas cosas, nos echen para atrás y nos digan cosas que se salen totalmente de cualquier mínimo espacio de convivencia. También digo que hay aficionados del Getafe que han estado en contra de los que otros aficionados del Getafe estaban diciendo. Que no tengan memoria las personas me da igual, pero hay que tener memoria para lo que es el fútbol y hacia dónde queremos dirigirlo. A mí eso me parece que es fundamental", sentenció un enfadado Quique Flores.