La irrupción en el primer equipo ha sido impactante. De la misma generación de Lamine Yamal, con el mismo desparpajo que el extremo, el Barça, como ya hizo con el internacional absoluto, quiere atar en corto al gerundense.
La fórmula es la misma que con Yamal: un contrato oficial hasta que cumpla 18 años y luego, una ampliación ya acordadada de cinco años, como ha indicado Mundo Deportivo, con una cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros.
La propuesta ya está encima de la mesa del agente de Cubarsí, que se ha convertido en uno de los ojos derechos de la afición azulgrana, que coreó su nombre en varias ocasiones durante el partido ante el Mallorca del viernes. Su nivel no para de crecer, ya sea como central o como lateral, y eso dispara su cotización.
Su salida, en estos momentos, y como la de muchos canteranos en órbita del primer equipo, está fijada en 10 millones. No es lo que preocupa en Can Barça sino el salario que pueda pedir conforme vaya afianzándose aún más en la élite o incluso, como ocurrió con Yamal, sea convocado por la selección absoluta.