Había que andar con pies de plomo en el caso de esta operación teniendo en cuenta los antecedentes este mismo verano.
Gabri Veiga tenía pie y medio, si no los dos, en el Nápoles, campeón de Italia, que había acordado el pago de 30 millones por su traspaso además de otros cinco en variables. Pero faltaba negociar las condiciones contractuales del internacional español sub21.
Y ahí es donde entró con fuerza el Al-Ahli. Negoció las mismas condiciones que el campeón italiano con los vigueses, al tiempo que ofrecía unos 12,5 millones de euros al jugador. Es cinco veces más de lo que le había ofrecido el Nápoles.
"Gabri deja por tanto su casa, cuya puerta se le abrió, y nunca se cerrará, hace casi una década, para emprender una nueva etapa en un equipo cargado de grandes jugadores con rutilantes trayectorias en el fútbol europeo", ha publicado en un comunicado de despedida el Celta.
Y ha añadido que "como antes hizo con otros canteranos, respeta y comprende la decisión de Gabri de emprender un nuevo proyecto deportivo y quiere agradecerle a su entrega, compromiso y comportamiento durante su etapa tanto en las categorías inferiores como en el primer equipo, en el que se convirtió en un ejemplo para todos los canteranos, y desearle el mayor de los éxitos en su nueva etapa"