Alonso, criado en la cantera del Real Madrid -donde su abuelo, Marquitos, fue una leyenda-, firmó por el Barcelona -donde jugó su padre en la década de los 80- en el verano de 2022 tras la etapa más exitosa de su carrera en el Chelsea.
Su paso como culé, sin embargo, no ha sido el esperado. En la primera temporada se encontró con la negativa de Jordi Alba a dejar el equipo y con la irrupción de Balde en la primera plantilla. Aun así, logró jugar 36 partidos, en su mayoría como central y no como lateral zurdo.
Para esta segunda campaña, esperaba volver con asiduidad a su posición más natural, pero las lesiones le han frenado en seco, hasta el punto de que sólo ha podido sumar ocho encuentros.
Su último partido data del 7 de noviembre contra el Shakhtar Donetsk en la Champions. Desde entonces, paso por el quirófano incluido, no ha jugado más, aunque ya lleva dos partidos en el banquillo.
Así las cosas, y según Fabrizio Romano, Marcos Alonso está viviendo sus últimos meses como azulgrana, pues su contrato no será renovado. La misma suerte puede correr Sergi Roberto, que dependerá del nuevo entrenador.