El portugués empezó el curso como un tiro. Después del pulso que le echó al Atlético de Madrid porque no estaba a gusto con Simeone, consiguió su objetivo de jugar en el Barça.
Sin embargo, su estrella se fue apagando y con ella su presencia en un once en el que fue adelantado por varios compañeros. Sus minutos bajaron a la misma velocidad que su rendimiento y nadie daba un duro por su continuidad.
El alto coste de la operación, entre traspaso y salario, unido a su pobre rendimiento, no ayudaban en absoluto. Pero João Félix ha seguido trabajando para cuando le volviese a llegar su oportunidad. Ante Las Palmas, por ejemplo, suya fue la asistencia para que Raphinha anotase y diese el triunfo al equipo azulgrana.
Sexto pase de gol a las órdenes de Xavi, mejorando las cinco que tenía como bagaje en los cursos 20/21 y 21/22 con los colchoneros.
A por su récord de goles
Pero sabe que necesita dar aún más para que el Barcelona se plantee hacer un gran esfuerzo para ficharlo en propiedad. En ello está. En esas mismas temporadas, que fueron las últimas que disputó completas como rojiblanco -en la 22/23 fue cedido al Chelsea en enero-, João Félix anotó 10 goles en cada una.
En la actualidad suma nueve dianas en los 35 encuentros que ha disputado hasta el momento. Siete de ellos, por cierto, han servido para poner por delante a los culés, lo que aumenta aún más su valor.
Con él enchufado está claro que las perspectivas, tanto individuales como grupales, son más halagüeñas.