No es que sea un espejo, ni mucho menos. Pero los pío pío y los culés tienen muchas ideas en común. La cultura del juego es la misma y se verá un choque de trenes en ese sentido, persiguiendo el control de la pelota.
García Pimienta (49), como jugador y como entrenador, se crió en La Masía, donde pasó por todas las categorías inferiores hasta llegar a debutar en el primer equipo de la mano de Carles Rexach en la recta final de la temporada 95/96. Actuaba de extremo derecho, pero no pudo asentarse con los mayores y, tras varias cesiones, acabó su etapa como jugador blaugrana sin pena ni gloria.
Como técnico, comenzó en el cadete y desde ahí logró subir peldaños hasta el filial, cuando Laporta lo echó para meter a su amigo Rafa Márquez. "Me hizo un favor", ha llegado a decir García Pimienta sobre esa decisión presidencialista del mandamás azulgrana.
Y está claro que es así viendo lo que ha conseguido con el conjunto insular.
Más barcelonistas en Las Palmas
Pero no es García Pimienta el único exblaugrana. El técnico ha querido rodearse de futbolistas que conozcan su idea y sepan interpretarla. Es el caso de Mika Mármol, central que llegó hasta el filial del Barça.
También están a sus órdenes tres delanteros que sí debutaron con la primera plantilla, pero que debieron emigrar para disfrutar de los minutos que se les negaba. Se trata de Sandro, Munir y Marc Cardona.
El primero destacó en el Málaga, pero su magia se fue apagando al firmar por el Everton. Desde entonces, Sevilla, Real Sociedad, Valladolid, Huesca, Getafe y, finalmente, Las Palmas.
En cuanto a Munir, que llegó a debutar con la selección española, aunque terminó siendo internacional también con Marruecos, que ahora no cuenta con él, su estrella también se había ido apagando hasta llegar al cuadro canarión.
Por lo que respecta al ilerdense, debutó de manera testimonial en el curso 16/17.