Es la adolescencia un período difícil. Para los que pasan por ella y para los que se encuentran alrededor. Pues algo así sucede con Lamine Yamal, la nueva ilusión del Barça, que la rompió en el Joan Gamper.
El joven canterano, natural de Mataró, producto de la edad, cometió el año pasado un 'pecadito' mientras estaba en una concentración de la selección española. Pero desde entonces, con castigo incluido de su propio club, ha madurado a pasos agigantados hasta el punto de que Xavi le hizo debutar la pasada campaña en LaLiga. Ya es campeón, por tanto.
Y esta pretemporada, en la que todos los focos han estado en Dembélé y en la necesidad de fichar un sustituto, apareció en el estreno en Montjuic Yamal para levantar la mano y recordar que pueden confiar en él.
Participación en tres de los cuatro goles
Asistió a Ferran para el 2-2 con un toque sutil con el exterior en el momento justo. El 3-2 lo inició él dejando en el suelo a Reguilón, que buscaba su cintura, mientras él se asociaba con Ferran para que éste asistiera a Fati. Y el 4-2, pues otra vez partió de sus botas para conectar con la otra sensación del verano, Fermín López, quien regaló el gol a Abde.
Que sí, que es muy pronto, que es un chaval, que se le puede 'corromper'. Pero los barcelonistas bajaron de la montaña mágica de Montjuic muy felices y contentos, haciendo comparaciones -odiosas aún, muy odiosas- con un tal Messi. Son palabras mayores, pero Yamal ha iniciado su camino de una manera similar. Incluso más joven.