Porque es el jugador portugués el que quiere Xavi Hernández para suplir al extremo francés. Con Raphina y Ferran por la derecha, y Ansu Fati y Abde por la izquierda, más el apoyo de Pedri y de Gavi, considera que las bandas estarían más que cubiertas sin Dembélé. 

Por eso lo que pretende reforzar, incluso cuando todavía se contaba con el francés, era el centro del campo. Tiene obsesión con ello el técnico blaugrana porque considera esencial disponer de un futbolista con conducción, uno contra uno, disparo y, sobre todo, último pase. 

El elegido, desde el verano de 2022, no es otro que Bernardo Silva. Un objetivo inviable para el Barcelona con sus actuales circunstancias económicas. Al mediapunta luso, intocable para Guardiola, le quedan aún dos años de contrato con el City. Habiendo perdido ya a Gundogan, no piensan en dejar escapar también a Silva. Sería una pérdida dramática.

El City ha rechazado ofertas millonarias

Pero las ofertas ya han llegado y rondan los 80 millones de euros para el club inglés, por no hablar de lo propuesto al futbolista, unos 50 millones por año. Unas cifras a las que el Barça no puede ni acercarse tímidamente. Aun así, han contactado con su entorno y con su agente, Jorge Mendes, para saber su disponibilidad y sus ganas de vestir de azulgrana. 

En condiciones normales, es un sueño utópico. Pero el Barcelona lo alimenta a sabiendas de que sus aficionados necesitan un reclamo cuando se confirme la 'traición' de Dembélé.