Lejos quedan los tiempos en los que tanto el Real Madrid como el Barcelona eran la base de la selección española. Hablamos del sexenio de oro entre 2008 y 2012 cuando conquistamos el tríptico Mundial-Eurocopa-Mundial.
En aquel equipo, primero dirigido por Luis Aragonés y posteriormente por Vicente del Bosque, los blancos llegaron a aportar a Casillas, Arbeloa, Sergio Ramos y Xabi Alonso. El Barcelona, por su parte, tuvo a Puyol, Piqué, Xavi, Iniesta, Busquets o Pedro.
También a Villa, pero el asturiano ofreció su mejor rendimiento como jugador del Valencia. Ganó sus dos títulos como jugador ché, y no estuvo en la Eurocopa 2012 cuando era jugador culé. Cesc Fábregas fue campeón de Europa en 2008 y del Mundo 2010 como jugador del Arsenal, con la camiseta del Barcelona sí que consiguió el entorchado europeo en Polonia y Ucrania.
La España actual
En la actualidad, como es lógico los dos grandes tienen una gran influencia en el devenir de la selección pero no aportan el liderazgo de antaño que ahora lo ejercen Rodri y Morata. El Barça contribuye con regularidad con Gavi, uno de los jugadores más cotizados del momento, Balde, Ferran Torres y el emergente Lamine Yamal. También a Pedri, que lleva tiempo lesionado. De todos los mencionados, el único indiscutible es Gavi, si bien se espera que Pedri a su vuelta y Balde tengan protagonismo.
Por parte del Real Madrid, Carvajal ha recuperado su mejor nivel con la selección. De hecho marcó el penalti decisivo ante Croacia que nos dio la UEFA Nations League. Junto al lateral derecho de Leganés ha irrumpido con fuerza Joselu Mato en el ataque. Pese a no ser titular es un fijo en las convocatorias de Luis de la Fuente y lleva un gran promedio goleador: cuatro tantos en tan sólo ocho partidos con la absoluta.
Kepa también ha vuelto al equipo nacional con el técnico de Haro aunque esté a la sombra de Unai Simón. Además, Nacho es intermitente en las convocatorias y Ceballos ha desaparecido en la lista desde que en marzo disputara los duelos ante Noruega y Escocia.