El ruido, a veces, se apaga con más ruido. Y en época de crisis, qué mejor que aquel que gritó primero para explicar por qué lo hizo, cuáles eran sus razones. Eso es lo que ha pretendido el club catalán al sacar a Gündogan a las puertas del Clásico y aún con la herida abierta del adiós a la Champions.
Una despedida que vino acompañada de una opinión feroz del alemán contra su compañero Araújo que levantó polvareda. Ahora, ha especificado, sin nombrarle, que hay que aprender de los errores cometidos. "Con toda la frustración, la decepción que este último partido nos ha provocado, es algo que todos podemos aprovechar, todos los futbolistas, sobre todos los jóvenes, lo pueden utilizar como una motivación para hacerlo mejor y decir 'ya tengo esta experiencia en el bolsillo'. Y cuando el próximo curso regrese, en circunstancias similares, se darán cuenta que aquello pasó, hicimos aquello o lo otro y entonces se podrá utilizar para intentar evitar cometer los errores que has hecho en el pasado. Yo, por ejemplo, he disputado la Champions League creo que 12 temporadas, o tal vez más, no lo tengo claro, y solo la he ganado una vez", ha explicado.
El Clásico
En ese sentido, el centrocampista considera que hay que pasar página ya y centrarse en el Real Madrid. "La sensación que tenemos ahora es de que tenemos muchas ganas del Clásico. A veces, el fútbol es divertido porque hace dos días sufrimos una dura derrota, muy decepcionante, una noche frustrante. Ahora viene un partido enorme, uno de los más grandes que se pueden ver en el fútbol europeo".
Y no hay mejor manera de borrar un mal recuerdo que crear uno buenísimo que les podría dar a los culés esperanzas para lo que queda de Liga. "Puedes sentir que el Clásico es algo muy especial. Lo pude notar tanto en el partido de Montjuïc, como el de la Supercopa en Arabia. Es un ambiente diferente, la tensión que tiene el partido me encanta. Es un privilegio jugar este partido, jugarlo para el Barça también", ha comentado.
En la ida, fueron los blancos los que se llevaron el derbi a pesar del gol del propio Gündogan. "Fue un gran privilegio marcar un gol, fue mi primero con el Barça y en un partido tan grande. Ojalá el resultado hubiera sido mejor, porque al final, evidentemente, con la derrota el gol significa menos. Hubiera preferido no haber marcado gol, pero haber conseguido la victoria. Recuerdo que tuvimos muchas ocasiones, especialmente en la primera parte, para marcar el segundo o el tercero, pero no lo hicimos".
Así que, aprendiendo de los errores de aquel encuentro, el internacional germano sabe que "si quieres ganar al Real Madrid, antes que nada, debes aprovechar tus oportunidades y limitar las ocasiones que ellos te puedan hacer. Es una de sus grandes cualidades: si tienen una ocasión, aunque sea poco clara, te pueden marcar gol".