El Girona es feliz en Montilivi y hace felices a sus seguidores. Este sábado, por ejemplo, les ha regalado la clasificación europea. Y de seguir así, en unas semanas celebrarán el pase a la Liga de Campeones. Palabras mayores, hechos merecidos, porque el equipo de Míchel juega un fútbol total. Lo mismo Miguel Gutiérrez, lateral izquierdo, aparece como extremo derecho, que Savinho, extremo zurdo, persigue a un rival hasta su propia área. Y entre tanto, tacones, ruletas y golazos.
Los catalanes anotaron dos tantos en la primera mitad, si bien pudieron ser cuatro, ante un Cádiz al que sólo un milagro le podría salvar. El primero lo anotó Eric García poniendo el broche de oro con un testarazo a una acción ensayada: toque en corto de Aleix García, dejada de Iván Martín, centro de Savinho y remate del central para poner el 1-0.
Y si ese primer tanto fue bonito, qué decir del taconazo que se inventó Miguel para habilitar a Iván Martín y firmar el 2-0. Maravilloso también el recuerdo al inédito Borja García, que supo poco antes del encuentro que tendría que volver a parar unas seis semanas por una nueva lesión. No juega desde hace justo un año.
Entre medias, hubo un tanto anulado por fuera de juego clarísimo de Dovbyk tras un disparo al palo de Yangel Herrera. Y al filo del descanso, sólo el larguero impidió que la vaselina de Savinho se transformara en la tercera diana. El Cádiz apenas podía capear el temporal. Qué manera de sufrir.
Cambio de cara, pero...
Entre lo fácil que lo vio el Girona, y que los gaditanos, que dejaron fuera a Juanmi y a Álex Fernández, ya no tenían nada que perder, las tornas cambiaron. Más valientes, con la presión más arriba, con las subidas de los laterales, buscando incesantemente al recién incorporado Chris Ramos, el Cádiz se creció y encerró al enemigo. El enfado de Míchel con sus futbolistas era monumental.
Pero se le pasó después de que Dovbyk, máximo artillero de LaLiga, dibujase un giro de bailarín ucraniano para sellar el triunfo. La noche de los golazos.
Con 3-0 parecía ya todo controlado, pero Escalante se las ingenió para recortar distancias con un gol extraño, pues pareció que Gazzaniga había despejado y se siguió jugando unos segundos más hasta que Alberola Rojas, avisado por el VAR, dio validez al 3-1.
La alegría, sin embargo, duró nada, pues en la siguiente acción, Portu se zafó de Ledesma para marcar el cuarto a puerta vacía.
Alegría enorme para el Girona con su billete europeo que contrasta con la tristeza de un Cádiz que ve más cerca que nunca el descenso a Segunda división.
Jugador Flashscore del partido: Miguel Gutiérrez (Girona).