Oriol Romeu (32) brilló con luz propia en el Girona y se ganó la confianza del Barcelona, que decidió recuperarlo tras la marcha de Sergio Busquets (35) al Inter Miami. Era una opción asequible (3,4 millones de euros) y transmitía confianza porque se crio en La Masía. Aunque compitió también en el Chelsea, en el Valencia y en el Stuttgart, gran parte de su carrera la desarrolló en el Southampton inglés, que ahora milita en la segunda categoría.

El experimentado mediocentro tuvo un papel principal en la pretemporada y fue de la partida en los cinco primeros encuentros oficiales de la temporada -dio una asistencia contra el Real Betis-. Días más tarde, el Celta de Vigo llegó al descanso con una ventaja mínima en el Estadi Olímpic Lluís Companys. El tarraconense empezó como titular y Xavi Hernández optó por sacarlo del césped. Los suyos acabaron remontando (3-2) para darle continuidad a la buena dinámica.

Romeu empezó a acumular menos minutos respecto al inicio del curso y, de hecho, sólo se ha mantenido sobre en todo momento (la única vez en lo que va de campaña) en la cita ante el Shakhtar Donetsk (2-1). Con más sufrimiento de lo esperado, los suyos logaron una victoria fundamental de cara a conseguir plaza en octavos. Cumplió ante los ucranianos, no así en el clásico -entró tras el empate de Jude Bellingham y no pudo evitar la victoria del Real Madrid-.

Después del citado duelo de Liga de Campeones, ha estado en el once tres veces más (en el segundo compromiso frente al Shakhtar, en la visita a Vallecas y en el reciente partido contra el Amberes), aunque fue reemplazado antes de la hora de juego. Los culés cayeron por la mínima en Hamburgo, sacaron un insuficiente punto en el sur de Madrid y sucumbieron en territorio belga. Así, se puede afirmar que el Barça no gana con Oriol como miembro de la alineación desde el 25 de octubre.