"Es momento de ser coherentes, estar calmados". Ese ha sido el primer mensaje de unidad que ha querido lanzar Xavi Hernández en la previa del partido ante el Valencia.
Para el egarense, la situación no es tan crítica como desde algunos medios, incluso afines al club, se está intentando hacer ver. "Estamos a mitad de camino de hacer un gran Barça. Me extraña que a la primera curva la gente se baje del barco. Hemos de creer más que nunca en los jugadores, en el proyecto. Aquí siempre saltan las alarmas cuando las cosas no van bien, pero estamos a mitad de temporada. No aprendemos. El año pasado íbamos peor e hicimos una temporada notable. ¿Por qué no podemos hacer una excelente esta vez? Esta es mi realidad y no cambiará. Me extraña que los culés no nos unamos en los momentos complicados", ha comentado.
Por eso no piensa en dimitir sino en seguir trabajando para mejorar. "Prefiero que me critiquen a mí antes que a los jugadores. Doy más si me critican y no pararé. No he pensado en irme, al contrario. Más implicado estoy, con más responsabilidad. Nunca me siento solo. Me siento respaldado, con fuerzas y siento que podemos hacer una gran temporada. No quiero fallar y menos al club de mi vida".
"Pequeño bache de resultados"
Xavi justifica las dos derrotas seguidas, ante el Girona y el Amberes, por "un pequeño bache de resultados", más que de juego. Pero no por ello deja de creer en revertir la situación y en volver a salir campeón a final de temporada. Y si no... "Esto va de rendir, de resultados y, si al final de temporada no hay, el entrenador ser tendrá que marchar, pero no en diciembre", ha argumentado.
Lo que espera ahora el entrenador azulgrana es que "los culés estamos unidos. Se está contando una irrealidad, generando una tensión que no es necesaria porque estamos en la carrera para ganar cuatro títulos".
De ahí que haya insistido en que el club "necesita estabilidad. Cuando digo que estamos en construcción es porque habrá baches, pero si a cada bache entramos en una depresión profunda...".
Una final en Mestalla
Todo, es evidente, podría cambiar si vuelven las victorias en este fin de año. Comenzando por este sábado en Valencia. "Es una final porque tenemos necesidad de puntos. En LaLiga no estamos como tendríamos que estar. Las derrotas contra el Madrid y el Girona nos están afectando. Mañana (por el sábado) es muy importante contra un rival complicado y duro. Baraja está haciendo un trabajo extraordinario. Han dado un paso al frente, Mestalla aprieta aunque llevan un punto de 12. Es una final y así la afrontamos. Pero si se pierde o empata en Valencia, se sigue creyendo en el proyecto".